Arnoldo Arcaya | aarcayabloquedearmas.com
Miguel Rodríguez Torres, excompañero de armas de Chávez y del general Padrino, tiene un par de años lejos de cargos públicos. Es crítico de todo lo que pasa en el país y se muestra como una alternativa para enrumbar a Venezuela.
El general retirado (Ej) responde sin tapujos sobre los asuntos políticos y los que salpican a la institución que lo formó.
¿Qué posición tiene sobre iniciativa para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) comunal?
La Constituyente es la máxima expresión de democracia que un país puede tener. Y fue aprobada por millones de venezolanos. En todo caso si va a ser cambiada lo más lógico es someterla a referendo, preguntarle a esos venezolanos si quieren que el pacto social sea modificado.
Ahora bien, la crisis venezolana está asignada fundamentalmente por el deterioro económico y la inseguridad ciudadana, eso no se resuelve con una ANC, que no llenará los anaqueles de alimentos a precios accesibles, no surtirá las medicinas que la gente necesita ni tampoco reducirá el índice de homicidios. Los signos de esta crisis no son producto de un déficit constitucional o legal. Desde el punto de vista simbólico la Constitución es lo más sagrado que dejó el comandante (Hugo Chávez) y tanto el chavismo como la oposición, con diferentes visiones, defendemos esa constitución.
Las protestas civiles están dejando muertos, heridos y detenidos…
Hay mil razones para protestar, molestarnos, pero ninguna para matarnos. La protesta está consagrada en nuestra Constitución, está establecida como un derecho y la gente debe ejercerla libremente, sin armas ni violencia. Lo que está pasando ahorita es que los extremistas, después de cada marcha, están creando un clima de violencia muy peligroso. Están abriendo el cauce para una mayor confrontación. Podrían estarse viendo los primero pasos para una guerra civil.
Ya lo hemos visto en Valencia, Mérida, San Cristóbal, Caracas… confrontaciones de grupos armados. Esto genera una especie de autodefensa, las urbanizaciones se arman para defenderse de quienes quieren atacar, igual pasa con los dueños de tierras. Empezamos a entrar en una especie de “colombianización”, eso puede llevar a una guerra civil.
¿Qué nos ha enseñado la historia? Que luego de miles de muertos es que tenemos a negociar, ¿qué vamos a esperar? ¿Que tengamos 50 mil muertos?
En la política, según la circunstancia, debe haber una discusión, un encuentro social para alcanzar la paz.
Hay quienes dicen que el bloqueo, por parte de las fuerzas del orden, a las protestas genera los choques.
Desde hace tiempo vengo advirtiendo que cerrarles los cauces a la democracia, a la participación, a las elecciones, al diálogo y al debate político de altura, significa abrirle espacio a la violencia y eso lo que está ocurriendo.
¿Cómo se ve eso dentro de las Fuerzas Armadas?
La Fuerza Armada vive exactamente lo mismo que la sociedad venezolana. Muchos oficiales, chavistas o no, llegan a su casa y tienen las mismas vicisitudes de los civiles. Lo que sin duda debe haber en la Fuerza Armada es el tema del descontento y mucha angustia de lo que está viviendo el país, porque si no se le da un parao a este camino de violencia, el riesgo que corremos es que al final la Fanb es la que tiene que salir a resolver eso y chuparse todo lo malo que ocurra.
Ahorita han ocurrido como diez “Caracazos”. En 1989, Vladimir (Padrino López) y yo éramos compañeros, y en las noches que había toque de queda debatíamos sobre la inconveniencia de matar a gente como perros o gallinas, si no obedecían la orden de detenerse. ¿En qué coincidíamos? En que a nosotros no nos formaron para atacar al pueblo con nuestras armas. Esa discusión la teníamos siendo tenientes en 89, y esa seguro es la discusión ahorita de muchos militares.
Ahora, hay civiles que están siendo procesados en tribunales militares, ¿qué opina?
No comparto juicios militares a civiles. Estos juicios son una señal mala hacia el mundo. Cada día nos quedamos más aislados. Hemos perdido nuestros mayores aliados porque han ido cambiando los gobiernos. Estamos cada día más desconectados de la realidad mundial.
¿Cómo se puede hacer frente a todo lo que pasa?
Con puentes políticos, acercamientos. Estoy seguro de que si el CNE se para un día -y de verdad se muestra como un poder autónomo- y presenta el cronograma electoral con las municipales, regionales y presidenciales en 2018, en acto público y notorio, esto bajará el tema de la movilización y tendríamos un puente para frenar la locura y reencaminar el diálogo político. Cada quien empezaría una campaña electoral.
¿Y por qué no pasa eso?
No hay voluntad política. Hay un aferramiento al poder de manera enfermiza. Si no estoy en el poder no puedo vivir; cómo vivo yo después del poder, pensarán muchos.
¿El país llega hasta 2018?
Este país de que aguanta, aguanta. El país aguanta si el liderazgo le muestra el rumbo al país, si sabe que en 2018 hay elecciones, tenemos que prepararnos, organizarnos para el cambio en 2018. Aguantamos en paz.
¿Se prepara para participar en esa contienda?
Estamos participando en un movimiento a nivel nacional. Hemos recibido a mucha gente del chavismo y de la oposición que no está identificada con los líderes. Gente de centro que no milita en partidos. Estamos en estudio, el movimiento tiene una dirección nacional. Cuando esté listo lo anunciaremos.
2017-05-12