Daniela Zarzalejo
La escasez de productos básicos en Venezuela, que se acrecentó el año pasado, ha obligado en mayor medida a las personas a buscar sustitutos de esos rubros.
La situación se pone “pelúa” cuando de proteínas se habla. Quienes compraban pescado, ya no lo hacen, o al menos con la misma frecuencia. Los que preferían carne, deben adquirirla molida para rendirla.
En cuanto al pollo, se ven obligados a comprar los muslos u otra parte que sirva para hervidos o sopas.
Sin embargo, a pesar de que los usuarios buscan las opciones más económicas, estas siguen siendo costosas y no escapan de la inflación que provoca aumentos casi todas las semanas.
Entrevistas realizadas por el Diario 2001 en el Mercado de Guaicaipuro, de la avenida Andrés Bello, reflejaron que las personas han tenido que poner a prueba su creatividad para poder llevar la comida a sus hogares.
También se constató que, aunque no es la mayoría, los usuarios se reinventan versionando recetas que requieren ingredientes escasos o costosos. Hay otros que les gusta mantener costumbres.
Olga de Torbett realiza con frecuencia arepas con masa de plátano y yuca. Aseguró que le resulta práctico hacerlas con estos ingredientes y que a su familia le gusta.
“En mi casa hacemos milagros. Compramos pollo dos veces al mes. Incrementamos el consumo de vegetales como yuca, ocumo o coliflor. Para cenar preferimos casabe o pan”, contó el usuario Abelardo Sabat.
Aunque Irama Barreto no ha preparado recetas nuevas, afirmó que sí ha buscado productos sustitutos en los complementos de las comidas. Sin embargo, para ella “los suplentes también se pusieron caros”.
“Nosotros ahora comemos más yuca, pan o auyama. No me gusta hacer otras recetas, prefiero hacer las tradicionales y encuentro la manera de tener arroz, pasta o harina”, dijo Eduardo García.
Añadió que adquieren carne molida para rendirla, así como las sardinas.