Daisy Galaviz
Tras unos lentes que revelan su personalidad cosmopolita, se esconden los ojos de una mujer a la cual la mezcla de la que proviene la hace la "ciudadana de mundo" tal cual se define. Para ella, su carrera no es un trabajo ya que ama el arte en todas sus manifestaciones; al punto de quedarse en una cola para divertirse con el contraste de esta gran ciudad. A sus 70 años, Salveig Hoogesteijn, nativa de Suecia pero identificada netamente como caraqueña, es considerada una de las cineastas venezolanas de mayor relevancia teniendo a cuestas seis largometrajes y ocho cortos cinematográficos.
De padre holandés y madre alemana, Hoogesteijn tiene debilidad por la salsa y el humor venezolano. Se graduó de directora de Cine y Televisión en la Escuela Superior de Cine y Televisión de Munich, pero todas sus obras han estado inspiradas en las vicisitudes de la "pequeña Venecia". Desde el 2004 es la coordinadora del Proyecto Cultural Trasnocho y su principal aporte en el mundo del cine se afinca en desarrollar una institución cultural amplia y que su difusión sea de calidad.
-¿Cree que la concepción del Estado de apostar por promocionar sólo lo popular esté bien?
-Nuestro país ha venido enfrentando grandes cambios con respecto a la cultura. El Estado se ha concentrado en la promoción del folclor y lo popular y, nosotros apostamos por una oferta diferente. Yo creo que Venezuela ha sido siempre un país cosmopolita. Me parece injusto que todo sea popular y folclórico porque yo no pierdo identidad cuando me apropio de las demás culturas. Es más, yo adopto lo que me gusta de otras identidades porque todas están en continuo desarrollo. Si uno ve una película turca o india lo que hace es aprender otras formas de vivir, de amar, de conversar; tan simple como crecer de forma natural y divertida.
-¿La cultura ha decaído como consecuencia de la coyuntura que atraviesa el país?
-Claro que sí, definitivamente sí. Es injusto que Venezuela, habiendo tenido un Museo de Arte Contemporáneo como el que tuvo, un Museo de Bellas Artes, un Teatro Teresa Carreño ya no lo tenga; lo que queda son edificios marcados por la desidia. El Aula Magna todavía se conserva porque es un Patrimonio de la Humanidad, si no otra historia estaríamos contando.
-¿Cómo cayó la "dieta eléctrica" en el Trasnocho Cultural?
-La dieta eléctrica la defino en una palabra y esa es "suicida". Pretender que los cines cierren a las 7:00 pm es atacar al arte de forma directa, evitar que el venezolano absorba conocimiento, que tenga calidad de vida. Pero, mi asombro mayor fue que las cadenas comerciales acataron la orden como si fueran soldados de un régimen militar; lo cual me sorprendió porque fue una pérdida para la industria, causada, como todos saben, por una desidia en el mantenimiento del parque eléctrico.
Sin embargo, en la fundación, luego de que quitaron la dieta seguimos colaborando. Bajamos nuestro consumo en un 30% y desde hace unos años tenemos una planta eléctrica para los momentos de contingencia, además renovamos los tendidos porque en este país no se puede contar con los servicios públicos, y no sólo hablo de la luz, ni hablar de la velocidad del internet. Los venezolanos nos convertimos en ciudadanos vulnerables en pleno siglo XXI por culpa de tener tecnologías de la Edad Media.
-¿Cómo logran traer películas con los precios del dólar estando cómo están?
-En los últimos años las películas que nosotros conseguimos son a través de embajadas e instituciones culturales o porque las empresas cinematográficas aún confían que nuestra moneda va a cambiar. Ellos entienden que nosotros somos unas de las pocas tribunas que sirve como punta de lanza para traer innovación al país, y nos apoyan contribuyendo de esa manera.
-Bajar la santamaría por la crisis, ¿ha sido una opción?
-No, jamás. Nunca nos ha pasado por la mente cerrar nuestro espacio. A pesar de la situación, semanalmente tenemos 5.200 espectadores en nuestras cuatro salas. Unos viendo teatro, otros cine, otros en conferencias pero todos creciendo y nosotros siendo felices por lograr eso.
Estos años nos ha tocado ser flexibles. No nos ha quedado otra que adaptarnos a la situación. Hemos combatido la inseguridad colocando las funciones más temprano, como ejemplo la tan famosa Noche de Guataca, que era los sábados en la noche, la trasladamos a los domingos en la mañana. Hemos sufrido pero no nos hemos estrangulado.
-¿Se está reflejando actualmente en el cine lo que sucede en el país?
-Para nada. Lo que estamos viendo y haciendo son cosas como La Sayona, historias de vampiros, fantasmas, todo es aburrido; un completo retroceso. Lamentable, pero hoy en día en nuestro país no abunda el cine crítico. El único sector del arte que se aferra a no dejar la crítica como bastión de supervivencia es el escrito, los demás se dejaron ganar por la autocensura y la indiferencia. Hecho que deprime pues independiente de la coloratura política que tengas, deberías tener la posibilidad de ver esas tantas cosas que pasan en este país día tras día.
-¿Alguna película que salga de este lote "aburrido y más de lo mismo"?
-Las únicas películas que puedo sacar de esa lista son "Desde Allá", de Lorenzo Vivas, y "Pelo Malo" de Mariana Rondón, y lo más triste es que no han tenido tanta cabida en la audiencia porque a los venezolanos no nos gusta vernos en el espejo. Cuestión irrisoria porque en nuestro país nunca ha tenido un statu quo aceptable. Desde tiempos inmemorables, Venezuela ha tenido situaciones de racismo, clasismo y falta de oportunidades para algunos, y bueno en el 2016 el panorama no ha cambiado mucho, a lo que se le ha anexado que hasta el conseguir alimento sea la odisea, y se agradecería que esto se viera reflejado en la pantalla; porque el arte está para representar lo que somos, mostrar la realidad.
-¿Mayor temor de los que integran el mundo cultural?
-Ir preso porque cada vez es más difícil emitir opiniones en este país.
-¿La movida cultural de Caracas sigue siendo la misma?
-Para nada. La mayoría de teatros y cines se trasladaron a los centros comerciales por el factor inseguridad, se apagaron los teatros en la esquina. Pero a pesar de ello, tú transitas luego de las 8:30 pm por Caracas y es una ciudad fantasma. El caraqueño ha apostado antes que ir de juerga nocturna por resguardarse desde temprano en su casa.
-¿Qué es para usted el "boom" del cine venezolano?
-El boom del cine venezolano es el mito recreado por el Gobierno para que actores, productores, cineastas y escritores crean que ese presupuesto es dado por ellos cuando en realidad es mantenido con una contribución que da el empresario privado. Ese es otro de los motivos porque se ha internado la autocensura en nuestras pantallas venezolanas, porque todos queremos difundir historias pero no tenemos el dinero.
-¿Por qué razón el Trasnocho sigue teniendo precios baratos?
-En el Trasnocho tenemos precios accesibles porque nuestra misión no es hacernos millonarios sino difundir buena cultura. Esa es nuestra razón de ser, y hemos comprendido que la situación actual de país ha generado que muchos tengan la diatriba de ir al cine o hacer mercado.
Yo puedo decir que coloco la entrada en Bs. 2 mil o 3 mil, pero ya la gente de clase media no podría asistir al teatro. Entonces, ante esta dinámica, prefiero que mis salas permanezcan llenas a que haya sólo tres gatos que aunque me puedan dar lo mismo en dinero no me generan el sentimiento de que la cultura está llegando. Esas son mis prioridades, y la de nuestro comité, que lo nuestro llegue a todos y que la difusión cultural sea de calidad.
-Hablemos de Terror, la nueva perla del Trasnocho, ¿de qué se trata?
-Terror es una pieza de Héctor Manrique que noche tras noche está completamente vendida. Esta se trata sobre un terrorista que secuestra un avión con unos 164 pasajeros, el cual obliga al piloto a dirigirse hacia un estadio de fútbol con 70.000 espectadores. Entonces, un piloto de avión de combate de la Fuerza Aérea, contra la orden de sus superiores, en el último momento, toma la decisión de derribar el avión y todos los pasajeros mueren. Al finalizar la obra, el piloto es juzgado por los asistentes, sobre si su decisión fue certera o errada, lo que lo convierte eminentemente en un gancho, además, el nivel intelectual tan complejo que posee. Es simplemente extraordinaria. De allí la taquilla agotada.
-¿Qué garantiza el éxito en la programación cultural?
-Salir de los esquemas y de las corrientes por las que todos convergen. Esa es la clave del éxito. Eso de coquetear con la taquilla es un error, porque las tendencias tienden a cambiar rápidamente y uno debe cambiar con ellas.
-¿El Trasnocho se vale de patrocinios privados o tienen otras formas de ingreso?
-En nuestra fundación no tenemos patrocinio de la empresa privada, pero lo vamos a necesitar si la coyuntura por la que atraviesa el país no pasa rápido. Cuando hemos requerido de patrocinio contactamos con industrias que actualmente puedan costear esos presupuestos como bancos, telefonías y marcas de licores, sin embargo, cada vez es más difícil de lograrlo.
Otra forma de ingreso, aunque porcentualmente no tiene mucho peso, pero algo coadyuva, es el alquiler de nuestros espacios. Rentamos nuestros teatros y cines a todo aquel que lo requiera excepto eventos de carácter político. En el Trasnocho sólo se difunde arte y cultura.
-¿El teatro se convirtió en el salvavidas de los artistas?
-Tanto los artistas como escritores y cineastas al ver tantos cierres de espacios como poca realización de telenovelas tomaron como iniciativa seguir promocionando su arte, su trabajo. Por ende, el teatro se convirtió en la nueva casa de muchos. Todos debemos hacer algo para comer.
-Si pudiera definir al Trasnocho con una o dos palabras, ¿cuáles serían?
-El Trasnocho es identidad y es expresión.
-¿Qué ofrece el Trasnocho Cultural al público caraqueño?
-Trasnocho Cultural le ofrece a Caracas cuatro salas Premium que proyectan cine independiente y el mejor teatro; una sala denominada Espacio Plural que presenta teatro experimental y organiza talleres de formación; la Sala de Exposiciones TAC; el Soma Café; el Restaurante Biarritz Bistro; la chocolatería Kakao; la librería El Buscón. En fin, miles de opciones para alejarse de la rutina y llenarse de lo mejor de la cultura nacional e internacional.
-¿Próximas obras?
-El próximo viernes 19 de agosto estaremos estrenando "El diario de un loco", protagonizada por el gran actor Carlos Sánchez Torrealba.
2016-08-13