Marco Hernández | [email protected]
No es fácil entrevistar a un periodista. Sobre todo, cuando con ese colega hay lazos que se han forjado durante 17 años de trajinar el mismo camino. No obstante, Tania Díaz, diputada a la Asamblea Nacional por el Bloque de la Patria, simplifica nuestros conflictos existenciales sobre la ética y moral de esta profesión, cuando de entrada dice: “Dispare compañero que yo responderé hasta donde tenga qué responder”.
Jorge Rodríguez solicitó ante el CNE que la MUD sea invalidada para activar el referendo, ¿no es una patada de ahogado?
– Lo que hace Rodríguez es defender los derechos de buena parte de la población que han sido vulnerados en este proceso. Hay casi 11 mil familias, cuyos integrantes, fallecidos, aparecen firmando. Hay militantes del Psuv y de la revolución que aparecen firmando. ¿Esos derechos no valen porque es la MUD? Claro que valen, y nosotros tenemos el derecho de hacer valer esa garantía que la Constitución y las leyes le dan a los ciudadanos.
¿También tienen derechos los que de buena fe firmaron para activar el referendo?
– Es que el engaño y fraude de Capriles ha sido también contra sus propios electores. ¿Por qué primero no activaron el referendo cuando lo debían hacer si querían hacerlo este año? Y cuando lo hicieron, Capriles anunció que recogieron tres millones de firmas; después, que dos millones 600 mil, y terminaron entregando un millón 900 mil, admitiendo que no pudieron verificar 800 mil.
¿Luego de la introducción de este amparo que esperan ustedes?
– El CNE tendrá la última palabra y diga lo que diga nosotros lo respetamos, porque es el árbitro, como lo hemos hecho durante las 20 elecciones que preceden a este momento político. Ahora bien, si el CNE permitiese que la MUD fuese el partido político que activara el referendo, ¿qué garantía tienen los ciudadanos de que se respetará su voluntad? Pero hay un añadido allí: ¿en cuál país del mundo puede alguien haciendo fraude, haciendo trampa, activar cualquier proceso democrático, dónde ocurre eso? Por ello, porque nos asiste la razón, legal y moral, es que estamos seguros de que el recurso interpuesto por Jorge Rodríguez va a prosperar.
De ser así, la oposición habla de un estallido social…
– Esa película nosotros ya la vivimos en el 2003, con un proceso de fraude que fue el referendo consultivo… Capriles y Leopoldo López llegaron sudando a las puertas del CNE a llevar unas cajas con firmas fraudulentas. Exactamente el mismo discurso. El CNE les dijo, miren compañeros, la Constitución tienes dos figuras, el referendo consultivo para unos temas y el revocatorio para revocar al Presidente. Ellos recogieron las firmas e hicieron el revocatorio y lo ganó Chávez. Ahora va a suceder lo mismo. Si quieren referendo tendrán que volver a recoger las firmas, eso sí, sin fraude.
Entonces, si la oposición no busca la vía del referendo, ¿cuál es su plan?
– Lo que están buscando es la confrontación entre hermanos. El referendo o cualquier otra cosa es simplemente una excusa política. Esa derecha lo único que quiere es un tipo de confrontación social, porque ellos están empeñados en que venga una fuerza, un ente del extranjero a resolverles el asunto político, para ellos restaurar su hegemonía, su dominio y su control sobre la riqueza nacional. Eso es todo.
¿Pero lo que la gente percibe es que el Gobierno tiene miedo al referendo por lo que reflejan las encuestas?
– Nosotros no tenemos miedo. Hemos ido a 20 procesos electorales y la MUD ha ganado dos, uno de bromita —y Chávez lo reconoció cuando perdimos la reforma constitucional— y el otro en las parlamentarias. Cuidado si la que le tiene miedo a la consulta popular es la derecha, porque pregúntale si ellos creen que van a movilizar siete millones y medio de personas para revocar al Presidente. Vamos a ver qué decide el CNE.
Pero la MUD viene de una abrumadora victoria en las parlamentarias?
– Es cierto, pero hay que analizarla en un contexto donde aplicaron esa terapia de shock al pueblo, y puntualmente consiguieron esa victoria, reconocida constitucionalmente y políticamente. Allí estamos los diputados en las sesiones, reconociendo que ellos son diputados electos como nosotros; pero, ¿qué están haciendo ellos? Desconociendo a los demás poderes tratando de imponer, por la fuerza, unas potestades que no tienen.
2016-07-31