Redacción 2001/EFE
Los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE) acordaron ayer, la aplicación de sanciones contra el Gobierno venezolano ante la represión desatada durante este 2017. La decisión deberá ser aprobada formalmente el próximo lunes por los cancilleres europeos.
Cabe destacar que las sanciones propuestas consisten en un embargo de armas y en un veto a las exportaciones de equipos que puedan ser utilizados “para la represión interna” contra sectores de la oposición o, en todo caso, para “vigilar” las comunicaciones electrónicas.
Además, incluyen la “base legal” para que la UE decida una lista de personas a las que considere responsables de la situación en el país, a las que les prohibirá viajar a territorio comunitario y se les congelará los bienes que puedan tener en la Unión, “si la evolución de la situación lo requiere”. Sin embargo, la “lista negra” hasta la fecha no tiene nombres, pero se presume que destaquen autoridades del gobierno. Hasta los momentos, se trata de una “advertencia” por parte de la UE.
El acuerdo fue suscrito por el Comité de Representantes Permanentes (Coreper) de la UE, en el que están representados todos los Estados miembros a través de sus embajadores.
Según Efe, fuentes del bloque europeo, aseguraron que las sanciones serán “graduales, selectivas, flexibles y reversibles”. Además recalcaron en que no afectarán a la población venezolana en general.
El objetivo de estas acciones es el de conducir al país a una solución pacífica entre las principales fuerzas políticas.
Los ministros Exteriores, tienen previsto en la próxima reunión del Consejo, reiterar la necesidad de establecer un diálogo constructivo en Venezuela, pues consideran que es la única vía sostenible para hacer frente a la actual crisis y responder a las necesidades de sus habitantes.
Reunión informal. Para el lunes, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también evalúa la posibilidad de reunirse de manera informal para tratar el tema de la situación venezolana, tras la petición de Estados Unidos.
Fuentes diplomáticas señalaron que -de confirmarse- la el encuentro se realizará en la “Fórmula Arria”, que normalmente implica que la cita sea a puerta cerrada y no se apruebe una resolución específica.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro -quien está invitado a la cita- tiene previsto acudir.
Ante ello, la represante de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), Carmen Velásquez, cuestionó que Almagro asista al encuentro, pues a su juicio, se “abusa de la plataforma” de la OEA “como arma política destinada a desestabilizar y derrocar al Gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro”.
Entre tanto, el embajador de Venezuela ante la ONU, acusó a EE.UU como el promotor de la desestabilización de su país. “EE.UU pretende utilizar el Consejo de Seguridad para intervenir en los asuntos internos de Venezuela”, exclamó durante discurso ante la Asamblea General.
Ramírez señaló que EE.UU se aprovecha de ser miembro permanente de este cuerpo para velar por sus propios intereses nacionales.
Urgencia sanitaria. El pasado martes, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, en Nueva York, una mediación del ente en Venezuela apropósito de la crisis sanitaria que sufre la población.
Según un comunicado oficial de la Presidencia en Buenos Aires, Macri también abogó ante Guterres para que “la ONU interceda en defensa de los presos políticos en ese país y para que se salvaguarden los derechos de los legisladores de la oposición, que fueron despojados de sus fueros parlamentarios”.
El Mandatario argentino hizo énfasis en el caso del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara.
Para Macri, Venezuela no solo es una preocupación sino que se “ha transformado en un dolor para toda la región”.
Guterres por su parte, también mostró su preocupación por la crisis criolla y solicitó un informe a la Organización Mundial de la Salud sobre el estado sanitario del país.
2017-11-08