Jesús M. Gambús
La declaración de la lucha internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas hace recordar a la temida Hidra de Lerna, el monstruo de la mitología griega con forma de serpiente, capaz de duplicar su número de cabezas, según las circunstancias.
Y es que los esfuerzos de organizaciones, instituciones, Gobiernos e individualidades por presentar combate son una tarea harto difícil ante el poder de un enemigo que se escurre por los resquicios menos imaginables.
A simple vista, la misión luce como imposible, desigual, arriesgada y más cuando se observan las cifras del más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). El cálculo estima que unos 250 millones de personas (el 5% de la población adulta mundial) consumieron drogas por lo menos una vez en 2015.
El número resalta con otra no menos preocupante: "Unos 29,5 millones de esos consumidores, es decir, el 0,6% de la población adulta mundial, padecen trastornos provocados por el uso de drogas".
En otra evaluación del impacto de la droga en la sociedad actual destaca otra encuesta reveladora: Las muertes por sobredosis en EE UU superan cada año a los accidentes de tráfico, los suicidios o los homicidios.
¿ Cómo quedamos?. La evaluación internacional de Venezuela en materia de lucha antidrogas deja mucho que desear. Los calificativos de narcoestado, Estado forajido se repite en los foros y las declaraciones de gobiernos e instituciones que observan la inclusión de altos funcionarios y excolaboradores del "Socialismo del Siglo XXI" , e incluso de familiares en las listas de sancionados, ligados a los carteles internacionales de la droga.
2018-06-24
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