Maria Isabel Rangel
Con la llegada de la festividades de Navidad y Año Nuevo se vienen las “telecelebraciones”, donde las familias vuelven reunirse bajo la modalidad online por criterios de pandemia y en el caso de Venezuela, también por consecuencia de la migración masiva.
Las familias que no se encuentran en la misma ciudad o país optan por plataformas como Zoom o Google Meet para juntarse en la distancia.
Varias personas consultadas comentaron que recurren a estas aplicaciones porque les permite tener reuniones con varios un grupo grande de personas, a diferencia de WhatsApp o Facebook Messenger.
“Verlo todo por una pantalla se vuelve muy triste pero es mejor que no vernos en absoluto”, expresó Daniela Escalona, quien señala que desde hace cinco años hace videollamada con sus papás, puesto que ella se encuentra en Argentina y ellos viven en Caracas.
“El 24 de diciembre es más tranquilo porque es una festividad que se enfoca sobre todo en los niños. Yo no tengo hijos pero me mandan fotos de mis sobrinos con sus regalos, junto al arbolito, cenando, etcétera”, dijo la joven.
Regalos
Ante esto, algunos padres que se encuentran afuera del país indican que al momento de abrir los regalos navideños hacen videollamada para ver a sus hijos.
En cuanto al 31 de diciembre cuando faltan cinco minutos para la medianoche muchas familias corren a sus celulares para conectarse con sus seres queridos que se encuentran dentro y fuera del país. Jesús Paredes, quien reside en Madrid, España, mientras toda su familia vive en Mérida, comentó que “el Año Nuevo es una fecha muy sentimental porque siempre deseas tener ese abrazo de feliz año de tu madre o padre, pero en realidad comienza otro año en el que no sabes si los veras”.
Experta
La psicóloga María Alejandra Ruiz indicó que a pesar de que cada vez sean más los años que muchos familiares no puedan estar juntos “el extrañarse siempre permanecerá”.
Explicó que “es un tipo de luto, tal y como el sentimiento de perder a alguien y que cada fecha importante sean extrañados”.
La profesional añadió que “el venezolano fue obligado a separarse de sus familias y con ello perderse un montón de celebraciones, no solo Navidad pero cumpleaños, graduaciones, nacimientos e incluso velorios”.
Acotó que “Hay un montón de razones por las cuales alguien está lejos de su familia en época navideña, pero la migración siempre es la primera causa”.
Ruiz destacó que los sentimientos que prevalecen en aquellos que fueron obligados a separarse de sus seres queridos y no pueden festejar con ellos cualquier fecha considerada como importante son la tristeza y el enojo. “El inmigrante venezolano siente rabia porque en la mayoría de casos irse del país no fue una decisión libre, se sintió como una obligación”.
“Cada Año Nuevo les recuerda que son 365 días más en los que no estarán con sus padres, hermanos, hijos, primos y amigos”, indicó la psicóloga.
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