AVN
Con el objetivo de levantar la bandera de la paz y promover el respeto a la soberanía como herramientas para la integración mundial, el presidente de la República, Nicolás Maduro, sostuvo encuentros con sus homólogos de Turquía, Irán y Kazajistán.
El primer encuentro del mandatario venezolano fue con su par iraní, Hasán Rouhaní. Esta reunión de trabajo fue un anticipo a la Cumbre de la Organización de Cooperación Islámica, realizada en Astaná, capital de Kazajistán, en la que más de 100 jefes de Estado de diferentes países se pronuncian en favor de un mejor uso de la energía mundial.
Seguidamente, Maduro se reunió con el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, con quien evaluó los avances en las relaciones bilaterales que Venezuela mantiene con ese país (el noveno más grande de todo el mundo y gran productor de petróleo, con reservas probadas que ascienden a los 30.000 MMB).
El último de estos tres encuentros sucedió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, también con el objetivo de estrechar lazos y debatir sobre futuros acuerdos de cooperación.
"Estamos trabajando en varias direcciones: fortalecer el movimiento de países no alineados", con el fin de "impulsar con mucha fuerza el diálogo entre civilizaciones como diplomacia y mecanismo de paz ante tantas amenazas y, además, diversificar nuestras relaciones económicas y comerciales con todos los países del mundo", fueron las palabras que el jefe de Estado venezolano expresó la noche del sábado, a solo minutos de haber aterrizado en Kazajistán.
Maduro viajó con una delegación integrada por ministros y constituyentes. Se prevé que en esta gira relámpago —tal como él mismo lo ha denominado— el Presidente ponga sobre la mesa el esfuerzo que hace el Gobierno Bolivariano por potenciar la economía venezolana y proteger los ingresos de sus ciudadanos, ante fenómenos como la guerra económica y las sanciones arbitrarias que en agosto pasado le impusiera Estados Unidos a la nación.