La malignidad política suele vivir de la calumnia y el revuelo. Acción Democrática ha enfrentado estos males y ahora en su aniversario 82, las alarmas y los rumores que parecían una amenaza real sólo han quedado como una brisa, como un viento pasajero.
Siempre en alguna etapa de la historia enfrentamos ese problema pues esos vientos pueden volver. Por fortuna, el tiempo suele poner en evidencia a los audaces y descontentos que viven de la calumnia.
Los que atrincherados en sus envidias y descontentos vuelven una y otra vez al escenario a realizar su actuación y a esparcir falsedades e invenciones.
Tal vez se hace difícil vivir en tranquilidad porque los malvados son creativos e inventores y viven al acecho. Y lo peor es que, a veces, los rumores provienen del amigo del partido.
Es allí cuando la autoridad debidamente facultada está llamada a instruir a los primeros y los últimos están llamados a examinar y cumplir sus deberes.
Ahora bien, pretender mantener un esquema de perturbación continua por ocio, ligereza o amor por el escándalo es una conducta reprochable y claramente insensata.
Importan ahora poco esas frases vagas de apoyo y esperanza que en nuestro gremio se está habituado a susurrar. Habría que averiguar de quien emanan las frases sin fundamento y cuáles son sus verdaderas motivaciones.
Recordemos siempre que aquellos que habitualmente ignoran la autoridad, terminan siendo sospechosos. Y es nuestro deber averiguar si tienen o no algún fundamento que merezca crédito.
En el Interior es otro cantar, ya saben que toda esta nueva infausta viene de la mano del personalísimo, algo como una nube pasajera que contiene una insidiosa invitación en el mensaje. Hay que preguntarse si se trata de una agenda particular o de una línea partidista. O si es solo un toque de veneno que viene impulsado por las ambiciones que siempre suelen estar presentes.
Lo que sí es seguro, es el depósito inmenso, que fermenta sin cesar esas pasiones feroces que están solapadas en la adulación constante, que busca hacer crecer su semilla mientras el genio de la intriga se alza. No nos debe extrañar que se pasen la vida inventando y calumniando. Hoy mas que nunca tenemos el deber de mirar hacia arriba en el horizonte. Pero la provincia que, por fortuna, no es solo una colección de almas bienaventuradas, saben que nadie puede monopolizar el cariño de los pueblos y de sus dirigentes. Saben, que nadie goza de mayor prestigio que el compañero sincero de antaño.
Mala intención no faltará en algunos cuyos deseos es dar un vuelco a lo que existe, es ese el sentimiento y la aspiración natural de quiénes jamás amaron lo existente.
La realidad muestra que una cosa es el deseo y otra la posibilidad.
Y que al revisar a los que hoy están exaltados, se evidencia algún ápice de desesperanza y falta de fe.
Por eso es prudente revisar en qué se sustenta esa trama triste y ociosa en la que vegetan muchos frente a los males que enfrenta la Republica.
Por qué no decir entonces en los palcos y tribunas, que esa aparente conspiración de poder no es ni será nunca, mas fuerte que la unión y la historia. Si alguno fuese o lo bastante loco o inconsecuente, para enarbolar la bandera de una rebelión, bajo la forma o pretexto que sea, solo provocaría una indignación general, porque hoy solamente nos queda la unión y estamos obligados a ella por nuestro futuro.
Compañeros, digámoslo claro: sin union cualquier otro camino será el fin de lo que conocemos como….” la esperanza ”.
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