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El calvario de los docentes

Lunes, 15 de agosto de 2022 a las 07:10 am
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Mientras los docentes de nuestro país vuelven a salir una vez más a las calles, el resto de los venezolanos no podemos más que verlos con una profunda vergüenza.

Es pública la humillación continuada a la cual son sometidos estos profesionales, que son el pilar de cualquier sociedad civilizada y que aquí solamente obtienen desprecio de parte de quienes deberían velar por su calidad de vida.

Son miles los trabajadores activos y jubilados del sector educativo que exigen mayores salarios, que estén al menos dentro de lo mínimamente decente para subsistir.

También reclaman por la restitución de beneficios perdidos, que fueron ganados en su momento por derecho propio.

Los docentes exigen amparo integral

Además, pelean por la contratación colectiva que tiene que amparar a todo gremio y más aún al de ellos, que debería estar entre los más celosamente protegidos.

“No somos mendigos”, dicen.

Que un docente tenga que pronunciar semejante frase, habla del nivel profundo de fractura de nuestra nación.

De un país que no solamente está sumido en una profunda grieta en el momento actual, sino que además está echando por la borda toda posibilidad de redención futura.

¿Y por qué? Pues porque patea literalmente a los formadores de las generaciones por venir.

Ello son los únicos en quienes podemos poner las esperanzas de ser la Venezuela que alguna vez soñamos con ser y que se nos escapó en medio de delirios tan desquiciados como inútiles.

El buen ejemplo foráneo

Mientras tanto, echamos un vistazo a las naciones que mejor tratan a sus profesores y veremos cuán lejos nos encontramos de esos ejemplos.

Apenas es contratado en Vietnam, a un maestro le preguntan cuáles son los objetivos que quiere alcanzar en su carrera.

Le dan la opción de trabajar en primera línea con niños y adolescentes, un cargo gerencial o la posibilidad de investigar y desarrollar técnicas y metodologías educativas.

A partir de ahí, el docente y el director de la escuela trabajan juntos para estructurar la carrera del primero sobre la base de sus preferencias.

La experiencia nipona

En Japón, el pago de bonos adicionales, la capacidad de acelerar los ascensos profesionales y la idea de enfrentar retos hacen atractiva la tarea de enseñar en las escuelas menos favorecidas del país.

Esto es justamente donde se necesitan los mejores maestros.

En Estonia, la evolución de los salarios y la autonomía para aplicar métodos creativos de enseñanza, hacen de la carrera docente una de las más codiciadas.

En Singapur, los mejores alumnos de bachillerato son "reclutados" para que se conviertan en profesores gracias a la oferta de atractivas condiciones para estudiar y trabajar.

Lo anterior incluye una generosa beca mensual durante el periodo de entrenamiento.

¿Cuál es el secreto?

Adicionalmente, todos los países que ostentan resultados exitosos en educación no tienen grandes disparidades en la calidad de la educación impartida a estudiantes ricos y pobres.

Y se debe subrayar que el esfuerzo busca igualar hacia arriba, que las comunidades menos privilegiadas tengan una docencia de primer nivel, porque esta es también la manera de igualar hacia arriba a una sociedad.

El calvario de los docentes criollos

Mientras tanto, los nuestros deben lidiar con enormes esfuerzos para llevar la comida a la casa, rogar porque no aparezca ningún gasto imprevisto, olvidarse del derecho a tener casa propia o un automóvil y temer permanentemente que cualquier condición de salud convierta sus vidas en un infierno.

Decía Simón Rodríguez:

“El maestro de niños debe ser sabio, ilustrado, filósofo y comunicativo, porque su oficio es formar hombres para la sociedad”.

Mal pueden los nuestros poner empeño en su labor si deben ocuparse de defenderse de quienes deberían proveer para ellos.

¿Qué hombres estamos formando para nuestra sociedad, con unos maestros que se ven forzados a protestar por sus derechos más elementales?

Quizá el mayor beneficio de este momento amargo sea la inesperada lección que nuestros niños y jóvenes están recibiendo de sus profesores, gracias a su tenaz protesta para denunciar lo que está mal y exigir que cambie.

@DavidUzcategui

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