La primera y fundamental crítica al marxismo tiene que ver con el ateísmo que consagra.
Para Marx los seres humanos somos tan solo la forma más evolucionada de la materia.
En Marx se produce una negación total del hombre como ser espiritual y para Marx “la religión es el opio del pueblo”.
A partir de los griegos y en Aristóteles entre otros se plantea el tema del hombre como ser material y espiritual. También se habla del motor inicial o creador.
El elemento ateo del marxismo
El mundo no ha podido surgir de la nada, y en caso de haberlo hecho ¿quién creó la nada?.
Más adelante otros pensadores como por ejemplo Teilhard De Chardin, definen al ser humano como un ser espiritual teniendo una existencia material.
Otros además hablan del hombre como ser material, espiritual, social y libre.
Superando con creces los postulados de Marx, que se quedan en el materialismo histórico y dialéctico. No se puede por lo tanto ser marxista y creyente en Dios.
Marx predijo que el comunismo surgiría en los países donde la revolución industrial estuviera más avanzada.
Erráticos pronósticos
El error fue grande, surgió en un país agrícola e industrialmente atrasado como era Rusia.
No previó Marx el fenómeno de las clases medias, ni que a pesar de que la brecha seguía avanzando entre pobres y ricos, cada día más gente va saliendo progresivamente de la pobreza.
El pensamiento marxista tuvo una gravitación tan extensa que se impuso en dos terceras partes de la humanidad, donde confluyeron la URSS y China.
Los resultados en lo político llevaron a violaciones masivas a los Derechos Humanos y a brutales autocracias, y en lo económico a grandes hambrunas, ruina y atraso.
El "parto histórico" del marxismo
La revolución marxista por lo demás clama por la lucha de clases y la violencia como partera de la historia.
La propiedad privada de los medios de producción debe ser abolida, así como el derecho al que se denomina “burgués”.
No se dio cuenta Marx que la evolución natural y progresiva es la mejor fórmula para avanzar, y que muchos de los cambios a través de los tiempos se han conquistado no con la estimulación del odio, sino a través del amor.
Tampoco entendió por su falta de comprensión jurídica, que el derecho desde tiempos inmemoriales estuvo vinculado al ideal de justicia.
Es más surgió de la separación de leyes religiosas, que buscaban además de la justicia el bien común.
Marx a la vez lanza la tesis del paraíso comunista para la etapa final.
Una utopía irracional. Una sociedad donde no iba a ser necesaria la presencia del Estado. Anarquistas y marxistas se encuentran en esta concepción.
Con relación a Venezuela, Marx puso un desaguisado muy grande cuando se refirió al Libertador.
Al escribir una semblanza de Bolívar lo presentó como un oligarca, tirano y cobarde al que comparó con un rey haitiano llamado Solu Luque, rodeado de una corte de aduladores muy corrupta.
Marx nos definió como pueblos bárbaros y explicó que nuestras independencias no se hubieran podido realizar sin la participación de Inglaterra y la legión británica.
Lo trágico es que en Venezuela muchos oficialistas tengan todavía al marxismo como norte y doctrina, cuando es un pensamiento anacrónico y superado.
El ejemplo más palpable lo tenemos en las dos Coreas, que fueron un solo país. La del Sur vive en democracia y libertad y es uno de los países que sin recursos naturales más se desarrolla.
Mientras tanto, Corea del Norte vive sumergida en un nepotismo tiránico donde todos son esclavos del Estado y del jefe supremo, y viven en medio de la ruina y la oscuridad.
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