¿Cuántas muertes puede llegar a tener una vida? Sí así tal cual, hay gente que muere por amor, para luego descubrir que su verdadero amor es él mismo y renace en el amor propio, o morir de miedo una y otra y otra vez, hasta que decides enfrentar la situación e independientemente del resultado terminas sintiéndote más vivo.
Algunos mueren de envidia, deseando lo que los otros tienen perdiendo así la oportunidad del presente, la lucidez del ahora, que nos permite ver aquello que nosotros tenemos, y agradecer por ello, eso es gratitud, hay los que mueren de pena, que están sometidos al qué dirán, al escrutinio ajeno, al juicio del otro, para poder sentirse reconocidos, y por ello, no se atreven, ni hablar, ni a bailar, ni a reír, ni a vivir.
¿Qué va a decir la gente? ¡Qué pena! pero una de las más importantes, es no tener sentido en la vida, porque una vida sin sentido, ¿no es acaso estar muerto? Encontrar el propósito de una vida es uno de los logros más importantes de todo ser humano, saber ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Para qué estoy vivo?, son preguntas que nos llevan a la reflexión y nos invitan a enfrentarnos con nuestro ser, nuestros valores y nuestros motivos, y cuando hablo de motivos, son aquellas cosa que te hacen mover, te hacen sentir, lo harías siempre y hasta sin paga, ¿Qué es lo que te mueve?
Hay quienes encontraron en el enseñar su sentido, otros en la comunicación, algunos en sanar vidas, los osados en salvarlas y otros siguen buscando, pero al menos estos últimos están en procura de algo, de ese no sé qué que te mueva el piso y te conecte con lo esencial, lo cual por cierto no va a venir acompañado de un coro de ángeles ni vallas luminosas diciendo lo lograste éste es, pero si vendrá con la fluidez, con un camino más ligero.
Pobre de aquel que este muerto en vida, que respira sin saberlo, que abre cada mañana los ojos diciendo ¡que fastidio aquí estoy de nuevo!, de ese que como un barco de papel por el rio deja que sea la corriente y no él el que lo haga vivir, ¡eso es estar muerto!
Y yo no tengo problemas con la muerte, todo lo contrario, es ella y mi consciencia sobre ella, su compañía, saber que está conmigo desde que nací, la que me hacer sentirme vivo, y agradecer cada respiro, cada momento, y que cuando llegue la hora, hasta ella, la muerte, me aplauda y me diga ¡Buena vida que has tenido! Para poder trascender y renacer siendo mejores después de morir, solo tenemos que dedicarnos a vivir esta vida que hoy tenemos, darle el sentido, no desde el Ego, por mi vida, sino por lo útil que fui para los demás y por ende para mí.
El tiempo es enemigo de la vida, porque estar vivo es estar en el presente, el joven se cree eterno y piensa que tiene tiempo de sobra, dejando para después aquello que es importante, el adulto en cambio, se ocupa tanto en sus quehaceres que no tiene tiempo para vivir, y el anciano quiere detenerlo, lo ve como un enemigo, piensa que ya no le queda y eso le aterra, no haciéndolo consciente que aún tiene vida y de disfrutar de cada instante, por qué piensa en el que no tendrá, por eso, ya está muerto.
Sentido, vida, muerte, tiempo, ¿qué son para ti? ¿Qué pasaría si pensaras menos en las muertes que puedes tener en la vida, y pensaras más en la vida que puedes tener antes de morir? Esa mi querido lector es una respuesta que solo le pertenece a usted.
@gatotell
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