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Farfache: el saxofón mágico

Jueves, 14 de septiembre de 2023 a las 06:17 am
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La vida de Francisco Farfache Martínez fue sonido.

Se identificó con la música desde que nació porque estaba en su propio ser, era música todo el año.

Farfache era fiel exponente de la música consejeña y aragüeña, de origen muy humilde es hoy rememorado como el gran maestro que ha tenido El Consejo en el área musical.

Nace el saxofón mágico

Nació Francisco Martínez el 9 de octubre de 1927.

Se casó el 19 de julio de 1958 con Carmen Mercedes González Castellanos, de cuya unión matrimonial nacieron Carmen Josefina, Ana María, Francisco Rafael, José Miguel y Nelson Daniel Martínez González.

El nombre Farfache provino de la riñonada o teretere frito que voceaba por las calles del pueblo al que llamaba farfache.

Porque desde los catorce años dejó la escuela para ganarse la vida como mandadero y vendiendo también gofios, conservas y arepas, mientras su mamá lavaba ropa en el río Tiquirito.

A los 15 años hizo la primera comunión y a los 16 comenzó a laborar en la hacienda Santa Teresa como ayudante en el campo. A los 18 años fue contratado para otras labores en la misma hacienda.

Los comienzos de Farfache en Radio Maracay

Durante ese tiempo los días domingo hacia de cantante en Radio Maracay acompañado por los guitarristas: Félix Casañas, Reyes y Maldonado, algunas veces por el dueto Samuel Vargas y Augusto Larrazábal. 

En 1948 y 1949 se iba a las 6:00 am para participar en un programa especial sin sueldo alguno.

Todavía no conocía las notas musicales y comenzó a estudiar de noche en la escuela de música Nuestra Señora del Buen Consejo, donde aprendió algo de solfeo y el mecanismo del saxofón.

Se desempeñó entonces de Alguacil y Escribiente en el Juzgado de El Consejo durante 12 años.

Tiempos de retretas

Mientras seguía estudiando música y desde 1952 amenizaba las retretas dominicales por las noches en la plaza Villapol.

En 1963 ingresó nuevamente a la hoy C. A Ron Santa Teresa hasta el momento de su jubilación (1989).

Farfache es el autor de la música del himno del Municipio Revenga.

Es también el autor de la música del himno del Deporte del Municipio Revenga, cuya letra corresponde al autor de estas líneas. Además, es autor de varios paso dobles.

Fue integrante de la Banda del Distrito Ricaurte Pedro Oropeza Volcán, de la Coral Magisterial de La Victoria, de la coral del Instituto Tecnológico de La Victoria y de la coral C.A Ron Santa Teresa.

Merecido homenaje a Farfache

El segundo Encuentro Nacional de la Canción Coral (1991) llevó su nombre en merecido homenaje.

Fue condecorado con la Orden Samán de Aragua (1994) y la Orden Ciudad de La Victoria (1991), entre otras.

Fue declarado Patrimonio Artístico-Cultural viviente del Municipio José Rafael Revenga (2003) y bautizado con su nombre un bulevar en la principal avenida de El Consejo (2004).

El patio de su casa tenía naranjas, niños y jóvenes que aprendían las notas musicales, en su escuela básica de música que con el nombre de su hermano Ángel Pastor Martínez allí funcionó.

Esa es la casa, la casa musical, que abrió sus puertas y ventanales para enseñarles a todos el pentagrama.

Su casona fue un espacio abierto donde la música entró con la melodía del viento.

Ese solar eternamente frutecido exhibe un viejo pizarrón en donde permanecen las notas musicales. Farfache, todo él fue verdaderamente música en él estaba depositada la pureza musical.

Cuando el día clarea la casona de Francisco se envuelve en música ardiente.

En su humor, elegancia y dignidad para ejecutar su humilde oficio estuvo de alguna forma una porción de El Consejo.

Ese pueblo que también se llama FarfacheFarfache fue un libro nunca desactualizado, porque siempre abrió sus páginas para enseñarnos algunas historias.

Sus cuentos y chistes son parte de las páginas del libro, que hoy está enhebrado y que se echa a andar por las venas de los consejeños.

Francisco Martínez era el saxofón, la pedagogía y un patio que tiene un gran sentido porque todos en el aprendieron las notas musicales.

La suya una vida fructífera, llena de logros artísticos y personales, ejemplo de constancia y honestidad a toda prueba y de un amor profundo por su pueblo que ha descrito en su esencia, en una obra musical que lo situó como  uno de los músicos más representativos de la región aragüeña.

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