Pregunta interesante y clave esta con la que iniciamos nuestra columna, ¿Cuál es la diferencia? Pues déjeme decirle querido lector que es ¡abismal! Habla un loro, habla cualquiera que crea que tiene la atención, habla el que piensa que todo lo sabe y que no le importa lo que el otro piense o haga con eso que él dice, habla aquel que dice “ soy responsable de lo que digo y no de lo que tú entiendes” pues si no está esperando una respuesta, la que sea, oral, corporal, emocional, solo emite un sonido, un grupo de palabras que no van a encontrar eco y menos resonancia en quien las escucha.
Comunica aquel que entiende que lo que dice repercute en el otro, comunica ese que sabe que va a tener una respuesta, lo hace de manera clara, cuando emplea el lenguaje apropiado, los códigos y canales necesarios, las palabras, su tono, sus gestos, sus emociones, para lograr que su mensaje llegue tal como él lo desea y por ende, la respuesta sea acorde a la que él quiere.
¡Pásame el bicho ese que está sobre el bicho aquel! Hable verdad, emití sonido, dije palabras, con una clara intención, pero estoy seguro que le van a pasar cualquier bicho que este sobre cualquier otro bicho. Ser específico, es importante, ¿puedes pasarme el bolígrafo azul que tienes sobre el cuaderno, por favor? Y luego validar, ¿Juan, me puede decir que fue lo que le pedí? Así nos vamos entendiendo un poco mejor.
Sin embargo, en estos tiempos que corren, de sobre información de explosión de medios para expresarse, y en los que cualquiera puede decir lo que desee, las interpretaciones están a flor de piel o mejor dicho, en boca de todos. Eso es porque debemos entender que cada quien tiene su manera de ver la vida, que no existen hechos sino realidades y que cada persona se encarga de construir su propia realidad, lo que significa, su propia versión de lo que él cree pasó.
Y es allí donde radica un problema inmenso de la comunicación, pensar que todos pensamos, creemos y sentimos lo mismo, pues la respuesta es un contundente NO. Acabo de arrancar un Taller, que titule Taller de Oratoria para la Vida, el cual ha tenido un éxito extraordinario, lo llamé así, porque sin duda ,la vida es nuestro principal escenario, y aquel que no se atreva a comunicarse, tenga miedo de hacerlo, crea que no puede, va a perder infinitas posibilidades de ser mejor, de avanzar, de crecer, de ser él mismo y está última frase es fundamental, ya que nos comunicamos desde la autodefinición que nos damos, y desde ella, me relaciono con palabras, creencias que me van a acompañar, y aquello que creo que soy, se convierte en mi conducta y me define ante los demás.
Si cambio mis creencias, si reescribo mi diccionario interno, estoy atento a lo que comunico con gestos, posturas, silencios, me quito las máscaras que nos colocamos para procurar ser aceptados en la sociedad, estaré redefiniendo mi manera de creer en mí y eso se reflejará en la forma como me comunico conmigo mismo y con los demás. Allí, entre otras cosas, no solo respetare mi esencia, seré quien soy, auténtico, y así me reconocerán, así me entenderán, así y desde ese ser, dejare de hablar, para comunicarme de manera ¡consiente, clara y efectiva!
Guillermo Tell Trocóniz
@gatotell