En estos días escribí en mi cuenta de Instagram ¡Lo mejor de las redes sociales es: que cualquiera puede decir lo que quiera y lo peor de las redes sociales es: que cualquiera puede decir lo que quiera!
Hoy muchas, personas que no tenían acceso a los medios tradicionales, radio, prensa y televisión, han encontrado en las redes sociales una plataforma, una vitrina, para mostrar, desde su forma de pensar, hasta su manera de vivir, y también encontraron en una generación de jóvenes y no tan jóvenes, eco en eso que dicen o muestran, eso ha sido de tal magnitud, que personas absolutamente desconocidas han saltado a la fama con la repercusión que eso tiene en sus cuentas de banco. Es así como nacen los llamados Influencers, “ personalidades” que poseen un número importante de seguidores y que como el nombre que los califica influencian en ellos, pero también es cierto, que muchos de ellos llegan hacer cosas insólitas, como colocarse prótesis mamarias siendo “ hombre” solo para cumplir con un reto, o saltan a la fama porque se hicieron virales por alguna equivocación o tontería, por ejemplo la señora que dijo VISTIMA, ya tiene hasta manager, u otros que se burlan o exageran su homosexualidad para ridiculizar a la comunidad LGBTI o despertar un morbo que de verdad nunca he entendido.
Estoy de acuerdo con el entretenimiento, la risa, la capacidad incluso de reírnos de nosotros mismos, es válida y hasta necesaria, pero se de algunos que han lanzado a sus seguidores cual jauría sobre tiendas o marcas e incluso personas, porque no les atendieron como ellos querrán o simplemente, porque me cae mal, y así destroza un prestigio, una carrera y hasta una vida.
Cualquiera puede decir lo que quiera y no hay control y cuando hablo de control no me refiero a las empresas dueñas de las redes sociales, ni a los gobiernos, no, hablo de los mismos seguidores, el supuesto influencer, suelta lo que le viene en gana y la ética, la moral, no importa, solo vale el like y el incremento de seguidores, por eso aparecen videos subidos de tono, trifulcas entre ellos, insultos, y todo lo que sea necesario para seguir siendo trending.
¿ Y el seguidor qué? ¿ qué es lo que consume? Por eso hablo de la diferencia entre el influencer y la persona que influye, éste último es aquel que tiene un contenido nutritivo, que no tiene porque ser ni serio ni aburrido, ejemplos hay muchos, esa información que da, que entretiene, sin menoscabo de nada ni nadie, esas son personas que vale la pena seguir, pero eso es tu decisión, eres tu quien le da y quien le quita el poder a ese Influencer, o ¡hasta cundo los Fake! Luego que sueltas las palabras, ya es difícil recoger, no valen disculpas, no sirven los “ no quise decir eso “ porque se dijo y muchas veces con saña, ¿Cuántos de ellos se te han mostrado como en realidad son?
Recuerdas eso de ¡ dime con quien andas y …!, pues bien, creo que también aplica a ¡dime a quien sigues…!
¿A quién dejas entrar en tu vida? ¿qué tipo de persona es? ¿ qué te deja? Eso es más una importante decisión personal que un asunto de tendencia, recuerda, ¡el poder es tuyo!
Guillermo Tell Trocóniz
@gatotell
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