Hace unos días se realizó el primer debate televisivo de candidatos a la Asamblea Nacional (AN), un encuentro que en lo particular me pareció interesante para poder medir alcance, propuestas, enfoques y sobre todo, preparación, porque cada uno de ellos tiene meses sin recibir las verdaderas dosis de escrutinio ciudadano.
Pero lo que realmente pude sacar de ese debate es que ninguna de las facciones políticas presentes ha definido una estrategia ni proyecto propio que conecte con el voto joven de la generación Z (a partir del 97) aunque quizás sí con el millennial.
El enfoque del debate abordó muchos puntos, sin embargo, les comentaré sobre los más importantes para no hacérselos tan aburrido. El primero fue el relacionado con la gestión parlamentaria, que inició Timoteo Zambrano, quien en pocas palabras dejó ver que la AN no tiene quórum de funcionamiento, cosa que es como el audio de Mario Silva, un secreto a voces. Jesús Farías apeló al discurso de la fantasmal “invasión imperial”, Luis Romero acusó a ambos sectores de la política, mientras que Jorge Rodríguez (señaló a toda la oposición.
El segundo tema se enfocó en las sanciones y la ley antibloqueo, quizás fue uno de los puntos de tensión cuando Zambrano en pocas palabras le dijo inmoral a Rodríguez, pero le aplaudo que fue una muy buena estrategia porque le permitió pasar el tiempo, desviar el tema y no fijar postura concreta sobre la temática en cuestión. Fue tan importante a mi juicio, porque Jorge Rodriguez pasó a la ofensiva.
El tercero fue el tema económico. Jesús Farías como pez en el agua presentó la opción de mejorar los servicios públicos en el país y promoción a las exportaciones, Luis Romero llamó atender el tema salarial como respuesta a la deuda social y aunque no lo crean dejé a Jorge y a Timoteo de últimos por una razón: Rodríguez dejó ver la verdadera intención del gobierno de ganar el parlamento y es el iniciar investigaciones contra la oposición, mientras que Zambrano presentó una lista de proyectos de ley entre los que mencionó textos legales presentados, aprobados y desarrollados durante los periodos parlamentarios de Ramos Allup, Julio Borges y Guaidó.
Lo importante de la intervención de Zambrano es que fue el único que habló de propuestas que favorecen a la generación Z, entre las que se encuentran ley de primer empleo, una propuesta bandera de Primero Justicia que ahora pareciera ser de Timoteo Zambrano y Cambiemos. Ahora, me parece extraño que el PSUV, que tuvo el monopolio en pocas pasadas del voto joven, no haya aún presentado propuestas para conectar con ese sector. ¿Estrategia para hacerlo más adelante o no tienen cómo hacer? Lo sabremos en estas últimas dos semanas de campaña.
Finalmente, el indicador por excelencia de la respuesta inmediata sobre la conexión o no con el voto joven fueron las redes sociales. No fue tendencia por la opinión sino por los militantes de cada sector, lo que automáticamente quiere decir que no hubo enganche con la generación Z. Sabremos si hubo con los millennials el 6 de diciembre, así que creo que tiene poco menos de quince días para poder generar una estrategia propia con el voto joven si quieren ver esos números traducidos en millones de electores.