Estimados lectores, lo prometido es deuda, seguimos en el mes del maestro, en esta ocasión disfrutaremos de la exposición de Jean Pierre Wyssenbach sobre algunas características que ayudan al maestro a quedarse en el corazón de sus alumnos, como ejemplos perpetuos de superación y éxito.
Desde acá sigue Wyssen:
“Esteban era el alumno que tenía peores resultados en el salón de clase. Buscando la explicación, la maestra fue a leer los informes que sobre él habían dado las maestras de los grados anteriores. La maestra de primer grado lo puso como el mejor alumno del salón. La de segundo lo valoró mucho. Pero puso que empezaba a tener dificultades por la enfermedad de su mamá. La de tercero lo describía como el peor alumno del salón, totalmente desanimado. Se había muerto su mamá. Lo mismo ponían las maestras de arte y quinto grado.
Ana Teresa, la maestra de sexto conversó con Esteban. Le pidió que le hablara de su mamá. De lo que ella esperaría ahora de él. Si quería verlo desanimado. O quería verlo animoso, tratando de dar a su mamá la satisfacción de ver que su hijo desarrollaba todas sus cualidades. Esteban no había pensado en esos deseos de su mamá. Ana Teresa hablaba todas las semanas con él. Compartían todos sus esfuerzos de superación. La situación cambió radicalmente. Esteban empezó a tener los mejores resultados del salón. Terminó como el mejor. El día del cumpleaños de la maestra, Esteban le regaló un perfume abierto.
Las reflexiones de Jean Pierre Wyssenbach
“Era el que usaba mi mamá”.
Al final del año terminó como el mejor. A los meses le informó que se había inscrito en la Universidad. Quería ser maestro. A los cuatro años la invitó para su graduación. Ana Teresa usó el perfume que Esteban le había regalado. Esteban le dijo: “Usted ha sido mi mejor maestra”.
Es fundamental el dominio del salón. Y para esto es básico el dominio de la materia. Conocer los contenidos. Y los mejores métodos de presentarla.
En Japón obligan a los maestros a visitar las casas de todos sus alumnos. En Venezuela hay escuelas que también lo hacen.
El conocimiento de los alumnos es fundamental. Y luego los tiene que acompañar, aguantar, alentar, apoyar, consolar, soportar.
En otras ocasiones le tocará afinar, corregir, enfrentar, limitar, regular. El maestro no sólo transmite conocimientos.
Sino forma personas.
La misión del maestro
El maestro enseña con su vida, con su ejemplo. Dentro y fuera de la escuela. El maestro debe tener un entusiasmo contagioso.
Otra característica del maestro ideal es el trabajo en equipo. Que su trabajo se vea articulado, complementado por el de sus colegas.
Oímos que en Japón los maestros tienen el mejor sueldo. Los maestros de Venezuela tienen los peores sueldos de toda América Latina.
Necesitamos una tesis doctoral que descubra al secreto de esta injusticia. Somos unos hipócritas si hablamos del derecho a la vida, mientras hay sueldos que no alcanzan para vivir y mantener a la familia.”
La experiencia de La Vega
La Escuela Canaima, en la parte más alta de La Vega, demostró excelentes resultados en las Olimpíadas de Matemática y Castellano de la parroquia, ¿sus secretos de éxito?.
Lograron convencer a la comunidad que rodeaba la escuela que esa era su casa. Isabel Castellano, Sixta Cortez, “Camucha”, María Zenaida Rosario y un larguísimo batallón de maestras donaron y donan sus vidas para mantener esta luz encendida en la comunidad.
Isabel Castellano buscaba a los niños de su escuela en su casa para que ninguno se quedará sin la oportunidad de participar en las Olimpíadas, los esperaba al finalizar la prueba, les besaba y aplaudía quizás con más fuerza que sus propios padres y representantes.
Migdalia Lezama decía hace poco, hay que “educar con el corazón[1]”, sin duda es así. No hay forma de dejar huellas en nuestros estudiantes sin quererlos como personas únicas con realidades y situaciones específicas. Ese espíritu de entrega alimenta a decenas de miles de maestros y profesores en todo el país, quienes demuestran compromiso y amor por la carrera. A todos ellos ¡Gracias!
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