Estimado lector, luego de la reflexión sobre la vocación docente hoy conversaremos sobre las vacaciones escolares.
Una de las políticas más controvertidas en educación media general es la batalla contra la repitencia escolar.
¿Por qué?
En principio suena adecuado, generar espacios al final de cada momento escolar (lo que antes llamábamos lapso) para que los estudiantes recuperen las habilidades, conocimientos y destrezas del periodo con diversas evaluaciones.
¿Cuál es el problema?
Se invierten de dos a tres semanas de clases para la aplicación de las evaluaciones a los estudiantes que reprobaron alguna asignatura.
Mientras esto sucede los estudiantes que no tienen que reparar esperan el inicio del siguiente momento escolar.
Dado que este proceso se repite 4 veces durante el año, si leyó bien cuatro veces, una por cada momento escolar y una vez adicional al final del año para aquellos que aún después de todas las batallas antes libradas siguen aplazados.
Una simple multiplicación nos lleva a invertir por lo menos 8 semanas de tiempo escolar, lo que llamaré vacaciones inter escolares. ¡56 días contando sábado y domingo!
Las vacaciones escolares oficialmente comienzan el 01 de agosto, sin embargo, en la práctica muchos colegios privados e instituciones públicas despidieron a sus estudiantes la primera semana de julio.
Por ello a las vacaciones oficiales debemos sumar por lo menos 21 días de julio, 31 días de agosto y 30 de septiembre (porque bachillerato inicia la primera semana de octubre).
Al sumar 21+31+30=81 días de vacaciones continuas para los alumnos de bachillerato que aprobaron todas sus materias.
Más los 56 días antes mencionados tenemos 137 días sin clases.
Dejo al lector seguir con la suma agregando las 3 semanas (a veces 4) sin clases en diciembre – enero, Semana Santa, feriados, sábados y domingos.
Puede superar los 200 días sin clases.
¿Qué hacemos con tantas vacaciones?
Sigamos el ejemplo del Grupo Utopía y el padre jesuita Jean Pierre Wyssenbach en La Vega con los Liceos de Vacaciones.
Desde 1980, el Grupo Utopía comprendió que la única forma de superar las debilidades del barrio era capitalizando las fortalezas del mismo barrio.
Por ello desarrollaba un censo de 03 días buscando buenos estudiantes dispuestos a donar su tiempo para ayudar a quienes tenían que reparar en septiembre.
Durante 06 semanas los chamos de La Vega se convertían en profesores de sus amigos y vecinos creando un ambiente de autorrealización y superación que permitió a miles de estudiantes superar sus exámenes de reparación.
Al mismo tiempo favoreció el egreso como profesionales de más de 100 “utópicos” de distintas carreras y universidades en los primeros 25 años de funcionamiento del Grupo Utopía.
El Liceo de Vacaciones se construye con la fortaleza de los vulnerables alimentada con esperanza y éxito permite ayudar aquellos aún más frágiles. Reconectemos con nuestra voluntad de superación y juntos construiremos caminos para la Educación de Calidad.
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