Estimado lector, en esta oportunidad presentaremos un análisis del profesor Carlos Calatrava Director de la Escuela de Educación de la UCAB sobre Ley de Participación Estudiantil en el Subsistema de Educación Básica.
Un análisis
De acá en adelante su exposición:
En días pasados el cuerpo legislativo, que se conoce como Asamblea Nacional 2020, aprobó en segunda discusión un instrumento denominado Ley de Participación Estudiantil en el Subsistema de Educación Básica.
Como todo instrumento que pretende la regulación del proceso educativo, sus actores y la diversidad de interacción en suceden no sólo en el contexto de la práctica pedagógica, sino también en la vida misma de la escuela como espacio de encuentro, requiere apuntar -siempre- algunas ideas sobre su contenido y eventuales repercusiones.
Una ley generalista
Al mismo tiempo, es válido que señalar que una lectura calmada de su contenido poco se vincula con las virtudes que le destacan los partidos y organizaciones en sintonía con el gobierno, pero tampoco guarda alguna relación con los llamados al escándalo que se han dado a conocer por organizaciones de la sociedad civil.
Lamentablemente para ambas expresiones, esta Ley ya sancionada no merece otra calificación que generalista, poco centrada y sin mayor incidencia sobre el mejoramiento de la calidad de la educación y su pleno ejercicio como derecho humano.
En un afán de mejor comprensión, los puntos de esta Ley que asoman alguna relevancia se presentan como sigue:
Repeticiones…
1.-La Ley tiene por objeto "…promover y desarrollar medios de participación… y ejercicio de la ciudadanía… en los estudiantes del subsistema de educación básica…"
Lo señalado repite el contenido del artículo 62 de la Constitución, por lo que no hay mayor elemento que refiera alguna vinculación cierta con la marcha general del sistema educativo, la gestión de los centros escolar y algún aporte relacionado con el mejoramiento de la calidad educativa.
Lo que califica
2.-Realiza un suerte de calificación del "derecho a la participación protagónica" como vía del ejercicio de derechos, deberes y responsabilidades de los estudiantes inscritos en los niveles obligatorios del sistema educativo.
La gran debilidad
3.-Establece 5 artículos sobre las formas de asociación y participación por niveles y modalidades de la escolaridad.
El mecanismo es el consejo estudiantil, asociado a los consejos educativos previstos en las resolución 58 del Despacho del Ministro de Educación del año 2014.
Nuevamente, la Ley reitera en su mayor debilidad, enunciar derechos, prerrogativas y responsabilidades sin delimitar mecanismos mínimos para su eventual puesta en práctica, así como sin allanar en alguna mínima vinculación el mejoramiento de la realidad cierta de la escuela y sus actores.
Incoherente
4.-Sin embargo, es destacable un punto de alerta, justamente por su falta de coherencia con las finalidades de la educación establecidas en el artículo 102 de la Constitución:
La conformación de una suerte de federación nacional de estudiantes, con órganos regionales y municipales, para generar una "…instancia superior de encuentro de los… estudiantes pertenecientes a la institutos oficiales…"
Se le otorga capacidad de deliberación y de toma de decisiones, además de aceptarse su encuadre en lo que se denomina Organización Bolivariana de Estudiantes.
Esta federación que delibera y decide, puede crear sorpresas, por ejemplo la incorporación como docentes de muchachos de Educación Media en aulas de Educación Inicial o Educación Primaria dada la "emergencia creada por el bloqueo"
Divorcio legal
5.-Ninguno de sus contenidos se vincula con la Ley Orgánica de Educación, por lo que la puesta en práctica de la Ley de Participación Estudiantil en el Subsistema de Educación Básica será un elemento más que se agrega en la burocracia ya desgastada e ineficiente del Ministerio de Educación.
La importancia de la información
La invitación que todos los venezolanos de bien hagan su propia lectura de la Ley de Participación Estudiantil en el Subsistema de Educación Básica.
Evitemos que piensen, opinen y hablen por nosotros mismos.
Por algo la democracia de este país se afanó en que los venezolanos aprendiéramos a leer y escribir.
Gracias por llegar al final de este artículo.
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