Estimado lector el viernes 10 de noviembre tuve el enorme placer de compartir la celebración eucarística por la apertura del año jubilar del centenario del Colegio Santa Rosa de Lima y de las hermanas dominicas en Venezuela.
Gran celebración por un centenario
Una celebración que desbordó creatividad, esperanza, compromiso, orden, disciplina y belleza; características propias de una institución que ha egresado miles de estudiantes, venezolanos que conjugan una triada virtuosa: cabeza, corazón y manos; enlazadas por la fe.
Estudiantes que se forman académicamente, de forma rigurosa y exigente, que conectan sus buenos deseos con el hacer permanente que se materializa en hechos y motivos de esperanza para el país entero.
Son muchas las actividades que se realizarán en el marco del año 2023 – 2024; cada una representa un motivo de acción de gracias por tantos beneficios recibidos a través de la labor incansable de las hermanas y de su ejército de docentes, padres y representantes comprometidos con la obra.
Felicitaciones es una palabra que se queda corta. Es más pertinente un enorme GRACIAS.
La importancia del ejemplo
Porque necesitamos más ejemplos de compromiso, resiliencia, perseverancia y calidad.
Necesitamos cada día más demostraciones de esperanza y vida, que entusiasmen a la juventud a permanecer en este hermoso país, no porque sea sencillo, todo lo contrario, quedarse en Venezuela es afirmar que estamos dispuestos a reconstruir y levantar la nación.
Otro sentido centenario
En la misma línea encontramos al Colegio San Ignacio de Loyola, otro ejemplo centenario, que comparte valores humanos y cristianos con el Santa Rosa de Lima.
Cada quien a su estilo abraza a sus estudiantes, los ayuda a soportar la crisis para no dejar de avanzar.
Destacamos el trabajo del equipo directivo del Colegio San Ignacio de Loyola comprometidos con el impulso de la calidad educativa de su organización, actualmente en plena aplicación del SECEL (Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea) que les ayudará a establecer políticas educativas novedosas en castellano, inglés y matemáticas.
Una señal de esperanza
Cuanta falta nos hace detenernos y reflexionar sobre el camino andado, sobre lo importante de confirmar nuestra permanencia, como una señal de éxito, como una bandera de esperanza que anima al país a no perder la fe y el horizonte.
¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Un siglo de gracias que honra y enorgullece a Dios!.
Terminemos este artículo con un versículo del evangelio de San Mateo:
“Así que, por sus frutos los conoceréis” ¡y vaya que los reconocen!
Gracias por llegar hasta el final…
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