Los recientes sucesos electorales en la hermana República de Colombia nos llevan a analizar si han sido una respuesta ideológica o un voto castigo en busca de soluciones inmediatas a los problemas de la sociedad.
La desesperanza arraigada en el corazón de la gente ha llevado a transitar de caminos neoliberales y de derecha a la búsqueda de una solución desesperada en el otro extremo, la izquierda, sin siquiera detenerse un poco más al centro, es decir, en la socialdemocracia.
Estas actitudes que ahora en una segunda vuelta se radicalizan, inclinan el voto y lo convierten en no ideológico, obligándonos entonces a evaluar sí los gobiernos de derecha han dado repuesta a las incertidumbres de las cuales se ha quejado la gente.
El problema desigualdad
En las sociedades desiguales cuando se acrecentó el problema económico mundial y la pandemia arreció, el pensar en ideologías resulta un cuento de hadas frente a la realidad del hambre, la salud, los malos o inexistentes servicios, la inseguridad, en pocas palabras, la subsistencia, lo que hace que impere la búsqueda de la respuesta inmediata; la desesperación lleva al sueño de un Mesías, que con una vara mágica el día siguiente de las elecciones, dé solución a los problemas.
Cuando ese Mesías no aparece o peor no resuelve, la esperanza de la sociedad se mueve hacia la desesperación y es ahí donde la radicalidad de oponerse al status quo es el resultado plasmado en una primera vuelta, pero sin saber, sin evaluar, sin detenerse a reflexionar, que quizás en una segunda vuelta esa decisión sea el verdadero inicio de la carrera hacia la incertidumbre y seguramente no van a encontrar la solución a esos problemas que tanto aquejan.
¿El "menos malo"?
No se puede votar por el menos malo, debemos insistir en votar por el mejor sobre el mejor.
Lograr la mayor cantidad de beneficios con la menor cantidad de sacrificios, debe ser la gran tarea de un buen gobierno, pero cuando se plantean ideas disfrazadas de modernas, y se habla de actualidad y de prosperidad, pero por el otro lado se cuestionan las reivindicaciones de la mujer, de la familia, del trabajo, en fin los avances del Siglo XX y XXI, nos preguntamos sí ¿esa es la ruta?
Sabemos que las actitudes radicales no dan soluciones, solamente engañan generando una expectativa y gerenciandola hasta el fin de los tiempos, pero la realidad es que todo aquel que pretende hacer del pueblo su juguete, encuentra en el pueblo su desengaño y su castigo.
La derecha histórica
Cuando hablamos de Colombia en el ámbito político, la identificamos como la derecha más fuerte en Latinoamérica, sin embargo, se nota el descontento y una búsqueda de un cambio en nuestros hermanos colombianos.
En la situación actual donde vemos a un Petro como el candidato con más votos frente a Hernández (la nueva sensación en redes sociales, sin ser nuevo) que compiten planteando un cambio, el panorama se ve complejo para América Latina, donde muchos países ya han dado vuelta a la izquierda y nuestro hermano país podría ser uno más de ellos.
Es por ello que tenemos un dilema, Petro es izquierdista y Hernández considera no ser ni de izquierda o derecha, pero puede verse como un populista de derecha, ya que debe reafirmar su posición contra Gustavo Petro, y aparte de ello el Uribismo (derecha radical) decidió darle a Hernández su apoyo y es el punto clave para que las encuestas suban.
Las relaciones con Venezuela
Gustavo Petro y Rodolfo Hernández entre sus propuestas buscan restablecer el diálogo y negociaciones comerciales con Venezuela, pero desde luego, tomemos en cuenta que las relaciones entre Petro y Maduro son más estrechas debido a su afinidad ideológica.
Debemos analizar las ventajas de que ambos países retomen sus relaciones, y es la esperanza de los inmigrantes venezolanos y colombianos, ya que su estatus podría cambiar y mejorar su calidad de vida; disminuiría el paso de personas por las conocidas “trochas” las cuales ponen en peligro la vida de nuestros connacionales.
De igual modo, el paso de mercancías que constituye la frontera más productiva y comercial entre ambos países por lo que sería mucho más fácil una reactivación económica en la zona.
Entonces, obviamente hablamos de ventajas para Venezuela sí se restablecen las relaciones.
Final difícil
Aunque en la primera vuelta haya ganado Petro con más de un 40% de los votos, y Hernández con un 28% no podemos dictaminar que sea el resultado final de la segunda vuelta, debemos tener en cuenta que en las segundas vueltas las personas votan con mucha más emoción y menos razón, lo que podría sorprendernos con un resultado distinto al pronóstico.
De igual forma, como decía el Maestro Zen “Amanecerá y veremos”…
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