No es el primer villano al que encarna Javier Bardem, que ya levantó un Oscar por "No Country for Old Men" y retó al mismísimo James Bond en "Skyfall", pero quizá este sea su "malo" más sofisticado. Y es que ahora se mete en la piel de un abogado neonazi capaz de engatusar a cualquiera con su pulido discurso y estudiada sonrisa. Y da miedo.
Su nuevo trabajo, que llega a los cines españoles este viernes, se llama "Alacrán enamorado" y es un proyecto muy familiar: por primera vez desde aquel explosivo cocktail que fue "Perdita Durango" (1997) vuelve a compartir set de rodaje con su hermano mayor, Carlos Bardem. Carlos es además el autor de la novela homónima en que se inspira la película, cuyo libreto coescribe junto con el director Santiago Zannou.
Aunque hay amor -y una buena dosis de sexo- de por medio, "Alacrán enamorado" dista mucho de ser una película romántica. Es un drama de superación personal, enmarcado en el rin de boxeo y con la crisis económica como caldo de cultivo en el que germinan grupos de "skinheads" dispuestos a partir la cabeza con un bate a todo inmigrante que se cruce en su camino. Y el cerebro en la sombra de esta banda neonazi es un trajeado Javier Bardem.
El protagonista de "Mar adentro" y "Los lunes al sol" reconoce haberse "fijado en algún que otro personaje de la política" para componer el tono y el físico de su villano, pero sin revelar en quién, contó que su intención era poder moverse en dos niveles: uno muy impulsivo, en el que puede tocar la fibra sensible de muchos con su discurso, y otro más intelectual y diplomático.
Mucho más hablador estuvo su hermano Carlos ("Celda 211″) durante la presentación a los medios, apadrinada por el presidente de la Academia de Cine Enrique González Macho. "Hay muchas historias dentro de la película, pero sobre todo queríamos poner una lupa sobre el tema del odio, de esas ideologías que siempre están ahí, pero florecen especialmente en momentos de crisis."
Por eso, advirtió, "hay que estar atentos y combatir esos fascismos cotidianos de barra de bar", porque prenden la mecha. Aunque no resisten un análisis crítico, hablan directamente a la parte más instintiva. Y calan. En este sentido, el boxeo sirve como metáfora de la vida para contar que existen violencias mucho peores que las del rin, y que este deporte de combate también puede ser la herramienta para superarse.
"Más que violenta, me gustaría que se entendiera que es una película visceral", subrayó Zannou. Madrileño de origen africano, el realizador debutó por la puerta grande en 2008 con "El truco del manco", también un drama social y de superación con el que se llevó un Goya como mejor director novel.
Además de los hermanos Bardem, con Carlos esta vez con mucho mayor peso que Javier en su papel de frustrado entrenador de boxeo, "Alacrán enamorado" está protagonizada por Álex González ("X-Men: First Class"), Miguel Ángel Silvestre y Judith Diakhate ("La noche de los girasoles"). Y en ella debuta en la gran pantalla el boxeador profesional Hovik Keuchkerian, campeón de los pesos pesados de España en el año 2003-2004./DPA