El divorcio es la opción más viable para quienes llegan a un punto irreconciliable en el matrimonio, bien sea porque la chispa se apagó o porque la convivencia en pareja ya no es sostenible.
De esta manera, hay ciudadanos que optan por separarse a fin de no comprometer su salud emocional y, en algunos casos, hasta su seguridad física.
Pese a la tensión e incomodidad que muestran los implicados ante su matrimonio, hay veces en que no formalizan el divorcio y simplemente se separan.
Esta separación debe oficializarse, ya que de lo contrario puede traer consecuencias molestas e irreversibles a largo plazo.
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La abstención del divorcio en el plano jurídico
2001 conversó con la abogada Niuskarlys Márquez, secretaria del Poder Judicial, quien enlistó algunos de los peligros cuando los cónyuges no formalizan el divorcio.
Entre estas desventajas, destacan:
- El desacuerdo con relación a las deudas adquiridas durante el matrimonio. Si una de las dos partes acumula préstamos o compromisos financieros, ambos deben liquidar esta deuda, ya que entra en la carga de la comunidad conyugal.
- Malgastar el presupuesto financiero de la comunidad conyugal, sin importar que eso desmejore la calidad de vida de uno de los implicados.
- Disconformidad con relación a las instituciones familiares.
- Aquí se corre el riesgo que no haya un consenso en lo referente a los hijos en común que tenga el matrimonio. Como, por ejemplo, el tema de la patria potestad, custodia o la responsabilidad de la crianza conjunta.
- Esto también puede repercutir en la convivencia y la manutención de los hijos menores de edad.
- Otra consecuencia son las nuevas relaciones de hecho; es decir, que una de las dos partes tenga una relación con alguien más.
“La no tramitación del divorcio, una vez separado del hogar común, abre un abanico de riesgos tanto a los cónyuges, como a las futuras relaciones que pudieran iniciar por separado”, advirtió Márquez.
Imprevistos
Como se mencionó anteriormente, si una expareja no consolida su divorcio, también arriesga el patrimonio o bienes en común.
“Este juega un papel transcendente, ya que se corre el riesgo de la dilapidación de los bienes. Aquí uno de los cónyuges puede vender, enajenar, ceder o traspasar dichos bienes, sin importarle que eso perjudique al otro cónyuge”, señaló la experta.
La abogada recordó que los inmuebles o bienes que se adquieren dentro del matrimonio son propiedad conjunta.
Asimismo, la abstención del divorcio, complica las posibles ventas o transferencias que pueden repartirse en la separación formal.
Al respecto, también mencionó: “Este hecho no impide que el cónyuge pueda retomar su vida de pareja; sin embargo, el no divorciarse le imposibilita contraer nuevas nupcias, ya que su estado civil seguirá siendo el de casado”.
Por otra parte, las nuevas parejas no serán consideradas como “concubina o concubino” si no se completa el divorcio. "Ya que estaríamos en presencia de un adulterio, por tanto, se le dificultaría demostrar la relación que la une al otro”, dijo.
Eso trae como consecuencia que el patrimonio que se produzca durante su convivencia no lo pueda reclamar en el plano legal, ya que es una adquisición reservada para quienes si estén legalmente casados.
“No hay concubinato, no puede tenerse como un concubinato. Visto a que no llena los requisitos, los cuales son en que el concubino o concubina debe ser soltero, viudo o divorciado”, aclaró.
Otro elemento a tomar en cuenta con la no-tramitación del divorcio, es que los hijos extramaritales gozarán de los mismos derechos y beneficios que los niños nacidos dentro del matrimonio.
“Esto incluye el llevar el apellido del padre, ser reconocidos legalmente, recibir alimentos y heredar”, agregó la especialista.
¿Cómo se consolida el divorcio?
2001 también conversó con la abogada Odalis Parada, Magíster y Juez Superior Emérito, quien explicó a qué instancias puede ir el venezolano para formalizar el divorcio.
En principio, si el matrimonio tiene hijos en común puede dirigirse a:
- Los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescente de la Circunscripción Judicial que corresponda a su último domicilio conyugal.
Por otra parte, si no hay hijos de por medio o, en su defecto, son mayores de edad, la futura expareja debe:
- Ir a los Tribunales de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de la Circunscripción Judicial, que corresponda también al último domicilio conyugal.
“Una vez que la separación se ha materializado, o que ya cada uno tenga una nueva relación, es un deber que uno o ambos cónyuges se presenten ante el Tribunal que corresponda, a los fines de solicitar la disolución del vínculo que los une”, recomendó Parada.
Por otra parte, hizo un llamado a la reflexión para quienes no han formalizado el divorcio, más si tienen en puertas una nueva relación.
“Inicien el divorcio para que eviten que la situación legal empeore, visto que tal negativa daña a todos los que intervengan en dicha situación, bien sea hijos o nuevas parejas. Sin mencionar que el patrimonio conyugal se puede ver afectado por la negativa o abstención a la tramitación del divorcio”, puntualizó.
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