La verdad sobre la vialidad en todo el territorio venezolano es más que evidente. A diario se producen incidentes en avenidas, calles, autopistas y carreteras, en donde su carro suele sufrir daños de consideración, por el mal estado de las vías.
Los conductores prefieren llamar a una grúa y recoger lo que queda de su vehículo, para proceder a repararlo por su propia cuenta. No hay cultura de reclamo ante daños en los carros, que son producto de un hueco o una alcantarilla en mal estado. Un árbol caído o hasta un semáforo que no está en funcionamiento pueden generar un deterioro.
Sin embargo, en Venezuela, las leyes establecen que un ciudadano puede solicitar un reparo a las municipalidades, si se logra comprobar que su vehículo sufrió una afectación, debido a la falta de mantenimiento o ineficacia de la administración pública en la vialidad.
Lilian Romero, presidente de la Asociación Civil, Asotransito, manifiesta que los ciudadanos que sufren averías en sus vehículos, producto de fallas en las arterias viales, deben sustentar muy bien los siniestros, para poder acudir ante las alcaldías por un reparo.
Indica Romero que al momento de tener un incidente con una alcantarilla, un hueco, un semáforo o con un árbol caído, la persona debe tomar fotografías en plano general, fotos plano detalle de lo ocurrido y por supuesto, contar con un registro de alguna autoridad, que certifique la situación.
Además, el afectado debe tener en cuenta que para todo reclamo, es recomendable que este completamente en regla (documentación, no haber infringido él la ley, etc). También es recomendable hacer in situ un video explicativo.
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Ya con todo un expediente, la persona puede acudir ante la Alcaldía para hacer el respectivo reclamo.
Hay jurisprudencia con el carro
Romero explicó que en Venezuela se tiene conocimiento de casos, en donde los afectados han podido recuperar parte de lo perdido, debido a la incidencias de huecos, alcantarillas y otras imperfecciones en la vía.
Recordó un caso en el año 2010, cuando dos vehículos circulaban por el puente de La Cabrera, en el estado Carabobo.
Al parecer, una viga que sobresalía del asfalto espichó los cauchos de ambos vehículos y estos perdieron el control.
Después de sustentar todo un expediente, los afectados hicieron la respectiva solicitud ante las autoridades y un tribunal ordenó el pago de los daños.
Otro caso similar ocurrió en la ciudad de Caracas, específicamente en la avenida Libertador. Una valla publicitaria se vino abajo y cayó encima de un vehículo.
Afortunadamente, la persona que manejaba el automóvil no sufrió daños, pero si la estructura del carro.
La afectada cumplió con todos los pasos descritos y luego la alcaldía se vio en la obligación de resarcir los daños.
Al contrario
Romero quiso ser enfática al decir que las autoridades están en la obligación de responder ante daños de este tipo. Pero también están en el derecho de solicitar a cualquier ciudadano, que debido a su imprudencia al manejar cauce daños al bien municipal o nacional, el pago de lo que pudiesen afectar.
Es decir, si usted cometió una infracción y terminó chocando contra un poste y lo derribó, las autoridades podrían solicitarle a usted el pago de los bienes, que por su negligencia dañó.
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