La fuga de gas y situaciones similares representan una amenaza para la seguridad y el bienestar de las personas.
Los gases inflamables y tóxicos pueden desencadenar incendios, explosiones e intoxicaciones graves si no se abordan adecuadamente.
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Entre las medidas importantes está el mantenimiento y revisión periódica de las bombonas de gas, cilindros, calentadores, estufas y otros utensilios.
Estas revisiones deben ser realizadas por profesionales capacitados para detectar posibles fugas y garantizar un funcionamiento seguro.
De igual manera se debe tomar en cuenta la instalación adecuada de los sistemas gasíferos. Esto es vital para prevenir escapes.
Además, la ventilación adecuada en áreas donde se utiliza gas es esencial para disipar cualquier escape y evitar la acumulación de gases peligrosos.
En algunos hogares no está de más instalar detectores de gas y alarmas.
Estos dispositivos pueden detectar la presencia de gases peligrosos en el ambiente y emitir una advertencia temprana, permitiendo así una evacuación rápida y la adopción de medidas adecuadas.
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La fuga de gas: el olor
El portal web Coned señala que el gas natural no tiene olor, por lo cual le agregan una sustancia química que ayuda a que tenga un aroma característico.
Se le agrega mercaptano para que sea más fácil detectar cuando hay escapes en tuberías u otros objetos.
En redes sociales han reportado que las bombonas actuales no tienen este químico, por lo que no puede detectarse una fuga porque es inoloro.
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