El Carnaval se caracteriza por fiestas y disfraces; y la coronación del rey Momo; pero quién era este personaje y cuándo surge la celebración del Carnaval.
El rey Momo es considerado como el rey de los carnavales en numerosas festividades de América Latina. Su aparición marca el inicio del Carnaval.
Cada Carnaval tiene su propio rey Momo, a quien se le suele entregar la llave de la ciudad. Tradicionalmente, se escoge a un hombre alto y gordo para interpretar a este personaje. Momo viene del latín Momus, que significa dios de la burla.
Momo era hijo de Hipnos y de Nix o de Eris; y se encargaba de corregir, con sus críticas sarcásticas, a hombres y a los dioses. Por sus mofas a los dioses fue expulsado del Olimpo, se le representa vestido de arlequín, con una máscara y un palitroque terminado en forma de cabeza de muñeco, símbolo de la locura.
Origen del Carnaval como celebración
El origen del Carnaval se remonta a las fiestas paganas que se efectuaban hace más de 5.000 años en Sumeria y Egipto; y en las saturnales del Imperio Romano, que veneraban a Saturno, señor de la cosecha.
En esos festejos los romanos se entregaban a los designios de una deidad de la mitología griega, Momo, el dios de la burla y la locura.
La iglesia católica intentó poner freno, sin éxito, y los carnavales fueron incorporados al calendario cristiano, y concebidos como un período de excesos permitido antes de la abstinencia de la Cuaresma.
Los festejos duraban hasta tres días antes del Miércoles de Ceniza. Estas costumbres se difundieron desde Roma a toda Europa y más tarde a América con la llegada de los conquistadores.
El Momo griego les vino bien a las autoridades del imperio romano cuando éste asumió el cristianismo como religión oficial.
En ese tiempo se tuvo que conciliar las fiestas colectivas paganas, como las saturnales, bacanales y lupercales, con el nuevo credo que pretendía ser casto y despegado de los placeres de la carne.
El punto de encuentro entre las bacanales y el puritano cristianismo imperial fue establecer períodos de licencia, antes de los 40 días previos a la Semana Santa, es decir, antes de la Cuaresma. Ese tiempo de licencia es el Carnaval.
En otros tiempos, Momo es representado semi enmascarado, a veces se quita la máscara y la lleva en la mano. La gente usa disfraces para camuflarse y guardar las apariencias; pero a partir de cierto momento se caen las caretas.
El Rey Momo en Venezuela no protagoniza el Carnaval
Al Rey Momo le acompañan infinidad de personajes disfrazados, dependiendo del lugar donde se celebre el Carnaval.
En El Callao, por ejemplo, las comparsas están llenas de madamas y diablos, en Zulia abundan los viejitos y mamarrachos. En la Caracas de mediados del siglo XX, el Carnaval era la época perfecta para disfrazarse de negrita y sacar a relucir alguna personalidad oculta.
En Venezuela hay varias celebraciones de Carnaval que gozan de fama, como El Callao, Maturín, Barquisimeto, Mérida, Puerto Cabello, Margarita; y en ellas el Rey Momo no parece tener tanta importancia como en otros carnavales de Latinoamérica, especialmente Brasil y Colombia.
En el caso de Río de Janeiro, la disputa por el reinado es entre las escuelas de samba, donde el escogido recibe las llaves de la ciudad y se convierte en una especie de alcalde del bochinche que inicia días antes del Carnaval.
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