El asesinato de la venezolana Rossana Delgado se planeó desde una cárcel de Georgia, Estados Unidos, según documento de la fiscalía.
Todo comenzó el 16 de abril de este año, cuando ordenaron secuestrar y asesinar a Delgado sin dejar evidencia, y culminó el 30 de abril, con la fuga de los sospechosos a México.
De acuerdo con el documento legal, el crimen lo planificó un hombre, identificado como Edwin Murillo, quien paga una condena de 300 meses en el referido centro penitenciario por tráfico de drogas.
Murillo dio la orden de matar a la venezolana porque, según él, "la confianza se había roto".
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El 16 de abril, la víctima acudió a una cita con dos mujeres, identificadas como Carolina Jazmin Rodriguez Ramírez y María Katherine Chávez. Aunque en la cámaras de seguridad solo aparecen la fallecida y Rodríguez.
Posteriormente, bajo engaño, Rodríguez lleva a Delgado hasta la casa de Megan Colone, ubicada en el condado de Dekalb, donde permaneció esposada.
El 19 de abril, a Delgado la trasladaron hasta una cabaña en la 318 Little Rock Creek Court, en el condado de Gilmer. Ahí la mataron y desmembraron con una motosierra, los restos los colocaron en un recipiente especial para la quema de basura y la incineraron.
En el caso estuvieron implicadas 13 personas. De esta cifra siete quedaron acusadas de violación a la ley anticorrupción y de formar parte de una organización criminal. Además de asesinato con malicia, homicidio grave, secuestro, ocultar la muerte de otro, extracción de partes del cuerpo de la escena del crimen y agresión agravada.
El resto recibió acusación por formar parte de una organización criminal, ocultar evidencias de un hecho punible, entre otros cargos.
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