Joan Camargo | [email protected]
En Venezuela, 99% de los delitos por homicidios son cometidos por personas psicológicamente sanas; el 1% restante corresponde a casos difíciles de explicar, como personas que por trastornos mentales asesinan a integrantes de su entorno más cercano.
Los crímenes perpetrados por enfermos mentales hacen mella en la opinión pública debido al ensañamiento y crueldad con que se cometieron.
Violencia. Los trastornos psicológicos que pueden generar violencia en el paciente afectado son: bipolaridad, depresión y esquizofrenia. Siendo este último el más común en los homicidios. Esto debido a que la persona pierde la capacidad de juicio y racionamiento. Por lo tanto, no sabe lo que hace ni las consecuencias que genera. Según Francisco Verde, psiquiatra forense, solo 8% de los esquizofrénicos se llegan a mostrar mortalmente agresivos en alguna etapa de su vida. No obstante, este porcentaje cambia cuando el enajenado llega a consumir algún tipo de drogas.
“Cuando el esquizofrénico ingiere drogas, su nivel de violencia se multiplica por 10, es por ello que la mayoría de estos homicidios son perpetrados cuando la persona está bajo los efectos de estupefacientes”, afirma.
Crímenes no comunes. Dentro de los delitos cometidos por personas con este tipo de trastornos están el asesinato múltiple, parricidio -asesinar a su familia-, asesinato sexual y suicidio; ejecutados con un alto nivel de ensañamiento o alevosía.
“Es poco visto que un criminal que no sufra ningún tipo de trastorno pueda agredir con tanta determinación a sus víctimas, y menos cuando éstas son parte de su entorno familiar o social” agregó el psiquiatra.
Registros. En la Gran Caracas, en los últimos tres meses, fueron perpetuados dos parricidios y un suicidio por personas que tenían algún trastorno psicológico.
Voces le decían que matara. Dargluis Cisneros, de 24 años de edad, asesinó a tres integrantes de su familia (tío, primo y prima) la noche del 14 de diciembre de 2016, porque tenía alucinaciones que lo incitaban a cometer el crimen.
Así lo justificó mientras funcionarios de Policía del Municipio Zamora, estado Miranda, lo sacaban de la vivienda donde ejecutó el triple homicidio. Los charcos de sangre demostraban la gran cantidad de heridas por arma blanca que Dargluis le causó a sus familiares.
Meses antes de cometer el triple homicidio, Dargluis se había iniciado como consumidor de drogas. Sin embargo, después de su detención declaró que no razonaba al momento de ejecutar los crímenes.
Los vecinos y allegados al homicida lo recuerdan como un tranquilo vendedor de avena, que no tenía problemas con nadie.
Estudios realizados sobre la esquizofrenia apuntan a que la enfermedad en ocasiones puede pasar desapercibida, hasta que se manifieste de forma evidente.
Asesinato inspirado. Un odio repentino contra sus familiares generó en Alejandro Rodríguez Pinzón, de 24 años, el interés por asesinarlos. El libro “Crónica de una muerte anunciada”, de Gabriel García Márquez, le vislumbró el panorama criminal.
El cuádruple homicidio se perpetró la tarde del 28 de enero, en Los Frailes de Catia. En un primer momento Alejandro asesinó a puñaladas a sus dos hermanos y los escondió en un cuarto de la humilde vivienda. Limpió la escena y luego esperó por la llegada de las próximas víctimas, sus padres.
Cuando llegó su progenitora, la acorraló en el baño y la atacó a cuchilladas hasta asesinarla. Luego escondió el cadáver junto a los cuerpos de sus hijos.
Horas después atacó a su padre a martillazos y luego lo apuñaló. La escena se repitió. Todos los cuerpos fueron escondidos dentro de un cuarto.
Se suicidó en el Ferro. El pasado 30 de enero, un hombre de 29 años de edad tuvo una crisis y se subió al techo del ferrocarril de Charallave y murió al recibir una descarga eléctrica.
Después del hecho se determinó según los familiares que el hombre sufría de esquizofrenia.
2017-02-02