Autoridades de EEUU, informaron que un hombre fue sentenciado a tres cadenas perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato a tiros de sus tres hijos pequeños en su casa de Ohio el año pasado.
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Un juez del condado de Clermont sentenció el viernes a Chad Doerman, de 33 años, a tres cadenas perpetuas consecutivas después de declararse culpable de cargos de asesinato agravado.
También fue sentenciado a otros 16 años por dos cargos de agresión grave por herir a su exesposa y a su hijastra.
El fiscal Mark Tekulve había prometido originalmente buscar la pena de muerte por los asesinatos del 15 de junio de 2023 de Clayton Doerman, de 7 años, Hunter Doerman, de 4 años, y Chase Doerman, de 3, en Monroe Township, a unas 75 millas (120 kilómetros) al oeste de Columbus.
Pero el viernes citó el trauma que los familiares sobrevivientes experimentaron ese día y continúan experimentando a diario.
“Mi trabajo, tal como lo vi esta semana, era aliviarles esa agonía adicional”, dijo a los periodistas el viernes, según The Associated Press.
En declaraciones anteriores, los fiscales de EEUU, dijeron que Doerman, que fue detenido después de que lo encontraran sentado en la entrada de la casa.
Admitió haber planeado los asesinatos y haber perseguido a uno de los niños en un campo después de que el pequeño intentara huir.
Los abogados defensores habían argumentado que Doerman sufría una enfermedad mental grave.
Declaración de la madre de los tres niños
Laura Doerman, quien es la madre de los niños y exesposa del acusado, lloró cuando un fiscal leyó en el tribunal una declaración suya en la que decía que su vida había sido arrebatada y destruida.
“Haría cualquier cosa por empujarlos en el columpio, taparlos una vez más y escuchar sus pequeñas formas de decir ‘te amo’… Tengo rabia, frustración y mucha tristeza.
El dolor nunca se irá porque es todo el amor que queda y no tiene a dónde ir”, dijo.
En otra declaración emitida a través de los fiscales después de la sentencia, dijo que estaba totalmente de acuerdo con la resolución del caso.
“Ningún castigo podrá devolverme a mis hijos. Tener la garantía de que pasará el resto de su vida tras las rejas es lo mejor para mi familia”, señaló.
Laura Doerman agradeció a los fiscales y al personal de emergencias y pidió privacidad.
Diciendo que ella y la familia lloran todos los días por los niños.
Sin embargo, también pidió que la gente recuerde a los niños como eran antes de los eventos de ese día.
“Recuérdenlos como los tres niños pequeños que amaban pescar, andar en karts y nadar.
Como los niños pequeños que siempre estaban en los campos de béisbol o corriendo al aire libre.
Y como los niños que amaban divertirse y eran inseparables unos de otros”, indicó.
El perturbador asesinato en EEUU
Los detalles escalofriantes de los asesinatos fueron relatados por Tekulve. Doerman regresó temprano del trabajo el día 15 de junio de 2023 y se fue a dormir junto a sus tres hijos Clayton, Hunter y Chase en su casa en Monroe Township, al sureste de Cincinnati, en EEUU.
Al despertar, el padre sacó su rifle de una caja fuerte, cargó el arma y disparó dos veces a Hunter. Mientras tanto, la madre intentaba brindar los primeros auxilios y Clayton huyó por la puerta trasera. Según el juez, el hombre lo persiguió y le disparó varias veces.
La hija de Laura Doerman, que en ese momento tenía 14 años, fue testigo del hecho. Vio cómo el sujeto se acercaba a Clayton, quien yacía herido en el suelo y le disparó en la cabeza, informó NBC News.
En su desesperación, la hermana volvió a la casa, tomó a Chase y trató de huir del lugar con el niño de tres años. “Al hacerlo, Doerman apuntó el rifle a su cabeza y la amenazó con disparar si no soltaba al niño”, narró Tekulve.
Entre lágrimas, la adolescente obedeció, pero Doerman se había quedado sin munición y tuvo que recargar.
Después de que el niño corrió hacia su madre, hubo un forcejeo por el arma y Laura presionó su dedo en el cañón, resultando en una herida en el pulgar antes de que Chase fuera asesinado con un disparo en la cabeza.
Llamada al 911
People señaló que las autoridades respondieron al incidente cuando una mujer, identificada posteriormente como la esposa de Doerman, llamó al 911 gritando que “sus bebés habían sido disparados”.
En cuestión de minutos, un conductor en la zona también llamó al 911 para informar que una niña pequeña corría por la carretera gritando que “su padre estaba matando a todos”.
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