Cuando una relación sentimental culmina hay diferentes etapas, con el tiempo algunos sanan las heridas, mientras que otros recaen en la obsesión y acoso, llevados por los celos enfermizos.
La psicología señala que el comportamiento violento de algunas personas hacia sus parejas después de una separación pueden ser indicativos de un trastorno psicológico.
Este es conocido como trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) romántico, también llamado celotipia.
El mencionado trastorno puede darse tanto en hombres y mujeres, puesto que sus características no son exclusivas para un solo grupo.
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La psicóloga clínica, Marlene Bonilla, explica que el perfil psicológico de las personas con celos extremos, es decir, celotipia, se caracteriza por una dependencia emocional hacia su pareja.
A ello se le suma la baja autoestima y miedo intenso al abandono.
“Estas personas suelen tener una visión distorsionada de la realidad y tienden a interpretar cualquier señal o situación de manera exagerada y amenazante para su relación”, expresó.
También pueden experimentar pensamientos intrusivos y obsesiones relacionadas con su compañera sentimental, así como la necesidad compulsiva de controlarla y poseerla.
La especialista resalta que las causas exactas de la celotipia no se conocen con certeza, si no que puede verse más como el conjunto de muchos factores negativos.
“Se cree que es una combinación de factores biológicos y genéticos, unidos con experiencias previas de traumas, abusos emocionales o relaciones disfuncionales”, explicó.
Algunas personas pueden carecer de habilidades adecuadas para lidiar con el rechazo o la pérdida emocional.
La falta de empatía hacia los sentimientos y necesidades de los demás también puede contribuir a comportamientos obsesivos y controladores.
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Señales de celos enfermizos
La doctora Tibisay Olivero, sexóloga, terapeuta de familia y pareja apunta que hay ciertos comportamientos y señales de alarma para reconocer a un celópata.
Uno de ellos es la desconfianza hacia la pareja sin razón aparente.
Por ejemplo, creer que su novia o novio le es infiel solo porque llegó 20 minutos tarde luego de salir del trabajo.
También está el control excesivo de la vida de la pareja, incluyendo el monitoreo constante de sus actividades y contactos.
En el caso más extremo está la violencia física, emocional y verbal por parte del celópata.
“Incluso cuando se acaba la relación, los celos enfermizos siguen presentes y ahí se presenta el acoso”, expresó la sexóloga.
Es importante destacar que estas son solo posibles explicaciones y no todos los individuos con características similares se convierten en "celópatas".
Esto tampoco quiere decir que sus parejas son víctimas de sus ataques de celos.
No obstante, si alguien muestra signos de obsesión extrema, comportamientos violentos, acoso o amenazas, es fundamental buscar ayuda profesional.
Al considerarse un trastorno psicológico, los terapeutas pueden brindar su apoyo.
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