Una enfermera que trabajaba en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba fue sentenciada a cadena perpetua tras ser encontrada culpable del asesinato de cinco recién nacidos y el intento de homicidio de otros ocho durante 2022.
La decisión judicial se basó en un juicio por jurado que duró seis meses y que concluyó con la máxima pena prevista por el Código Penal argentino.

La información fue obtenida del portal web de Infobae, que detalló que Brenda Agüero, de 30 años, aplicó inyecciones letales de potasio e insulina en dosis incompatibles con la vida, provocando la muerte de los bebés pocas horas después de su nacimiento.
Las autopsias confirmaron que el exceso de potasio fue la causa de dos de los fallecimientos. Además, los ocho niños que sobrevivieron enfrentaron complicaciones graves, incluyendo un caso de retraso madurativo.
Agüero, quien había ingresado al hospital en 2020 tras graduarse con excelentes calificaciones, negó los cargos durante el juicio y acusó a los medios de difamarla.
Sin embargo, el tribunal la declaró autora material de los homicidios y los intentos, ordenando que cumpla la condena en la cárcel de Bouwer, principal penal de Córdoba.
En paralelo, varios exfuncionarios del Ministerio de Salud provincial fueron juzgados por delitos vinculados, con penas menores y en libertad hasta que sus sentencias sean confirmada.
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