Odell López Escote | [email protected]
Esas moscas no son por "la calor", como dicen los habitantes de Tumeremo. Además de los 17 cuerpos encon- trados en la mina Nuevo Callao, que podrían ser de los mineros desaparecidos, "huele a fo" en otras minas de Tumeremo. Más muertos enterrados en fosas comunes en otras minas.
La información la soltó el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, quien estuvo ayer en Tumeremo para reunirse con 32 familiares de las 17 familias desaparecidas el pasado viernes 4 de marzo.
Sin dudarlo, William Saab calificó de masacre el hecho y dijo que las pesquisas continúan en la mina Hoja Lata, donde creen podría haber otro montón de muertos.
De los encontrados este lunes solo han identificado entre tres y seis personas, según informó ayer el defensor en conversación con la prensa. Todos muertos por armas de fuego, lo que descarta el rumor de desmembramientos.
La labor ha sido ardua porque los cuerpos están descompuestos y algunos irre- conocibles.
"Mi mamá tiene toda la tarde ahí; le dijeron que si no podían reconocerlo lo harían por ADN, a ella le tomaron la muestra el pasado viernes", dijo la señora Leida, hermana de Cristóbal Heredia, un veinteañero desaparecido.
Una fuente policial confirmó al Diario 2001 que los cuerpos fueron rociados con cal por sus victimarios para evitar que fueran detectados fácilmente por la descomposición propia. Por ello, aunque están en mal estado, si no hubiesen tenido cal, estuvieran peor.
William Saab contradice las denuncias de los tumeremenses. Mientras todos los habitantes e inclusive dos sobrevivientes que relataron sus historias para el Diario 2001 aseguran que la mayor tragedia se vivió en el fundo Atenas, en la mina El Miamo, el defensor asegura que los hechos ocurrieron solo en “la Peregrino”.
Para ir a la mina El Miamo, señalada por todos los tumeremenses y sobrevivientes como el lugar de los hechos, hay una trocha de camino accidentado y chaparrales a los lados. Tres horas de sendas hay desde la entrada hasta el final, pasando por Peregrino, San Ramón y finalmente Atenas, los tres fundos de la trocha.
“Yo no estoy descartando nada, yo sé de preguntas y lo que digo es que ahí no fue, pero estamos haciendo pesquisas”, respondió ante la pregunta formulada por el Diario 2001.
De manos rojas
La mente maestra de la masacre de las minas es “el Topo”, pero quien se encargó de disparar a los mineros, clasificarlos y hasta trasladarlos, sería “el Miguelito”, uno de los tantos secuaces del delincuente, pero el más capaz para matar. Le gusta, lo lleva en la sangre.
De “el Miguelito” no sabe casi nadie. La gente conoce más a “el Topo”. Quienes lo han visto aseguran que pasa desapercibido con su tez morena, cabellos lisos y facciones indias.
Este hombre ya está siendo buscado por las autoridades.
Por su parte, Rosa Gil, una de las mano derecha de “el Topo”, ya está a la orden del Ministerio Público, privada de libertad en Puerto Ordaz.