El conflicto entre el Gobierno venezolano y la oposición, que no reconoce el resultado de las elecciones del 14 de abril, se ha extendido al sur del continente americano con la gira que realiza el presidente Nicolás Maduro por los países del Mercosur.
En coincidencia con la visita realizada este martes por Maduro a Uruguay, la primera escala de la gira, también estuvieron en Montevideo dirigentes opositores venezolanos que expusieron las razones de que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) haya impugnado las elecciones ante el Tribunal Supremo de Venezuela y denunciaron una "persecución política" contra los simpatizantes de la oposición.
En la capital uruguaya, hubo hasta un cacerolazo protagonizado por una veintena de manifestantes de origen venezolano.
Fue en la Plaza Independencia, frente a la sede presidencial uruguaya, y a media tarde, casi al mismo tiempo en que Maduro recibía las llaves de la ciudad de manos de la intendenta capitalina, Ana Olivera, a una decena de manzanas de allí.
"Queremos decirle a Nicolás Maduro que no lo queremos aquí en Uruguay hasta que en Venezuela se despejen las dudas de las elecciones", afirmó a la televisión uruguaya una manifestante, para la que el líder opositor Henrique Capriles "es el presidente electo por los venezolanos", pero no puede ejercer "producto de un fraude".
Otra manifestante dijo estar "en contra de la visita de Maduro porque Maduro viene a comprar legitimación" y manifestó que lo único que quiere "es que se cuente voto a voto, uno por uno".
Mientras, el presidente venezolano y miembros de su comitiva salieron a responder a los opositores y a advertir a quienes los apoyan fuera de Venezuela, como es el caso de los Partidos Nacional y Colorado de Uruguay, que están equivocados.
Este cruce de acusaciones puede volver a repetirse este miércoles en Argentina, donde también coincidirán Maduro y representantes de la oposición.
"El verdadero asustado eres tu (Maduro) porque estamos mostrando ante el mundo tu ilegitimidad y la persecución política que existe en Venezuela", escribió Leopoldo López, líder del partido opositor Voluntad Popular, integrado en la MUD, en su Twitter.
En declaraciones en Montevideo, López dijo que está realizando "un recorrido por distintos países de América Latina" que la semana pasada le llevó a Perú para presentar "a distintas facciones parlamentarias la realidad de persecución política, tortura, amenaza de encarcelamiento y presos políticos" que, según dijo, se vive en Venezuela.
El exalcalde del municipio de Chacao aseguró, asimismo, que el hecho de que su presencia en Uruguay y Argentina se produzca al mismo tiempo que Maduro visita esas naciones es "una coincidencia".
Maduro, por su parte, dijo que los políticos opositores "tienen plenas libertades para hacer y decir y viajar", pero advirtió de que sus críticas y denuncias pueden dividir a la región.
Para el mandatario, "el pueblo venezolano tiene su criterio" y "los pueblos hermanos sudamericanos deben saber que en los últimos 14 años en Venezuela se ha desarrollado un proceso profundamente democratizador de su vida pública".
Más combativo se mostró el ministro venezolano de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, que acompaña a Maduro en su gira.
En una entrevista advirtió de que la oposición en su país no está en una "onda democrática ni constitucional" y solo quiere lanzar a Venezuela "por el tobogán", y aconsejó a las fuerzas políticas de la región no "engancharse al tren de la aventura".
"Lo que no lograron por medio de los votos lo quieren lograr por otros caminos", apuntó.
Los resultados oficiales de las elecciones del pasado 14 de abril, que dieron la victoria a Maduro con 225.000 votos (1,5 puntos) de ventaja sobre el opositor Henrique Capriles, no han sido reconocidos por la oposición, que ha impugnado las elecciones ante la justicia.
Capriles considera a Maduro "ilegítimo" y cree que esta gira internacional por Uruguay, Brasil y Argentina es un intento "desesperado" de legitimarse y tapar lo que considera un fraude.
Villegas subrayó que la estrategia de la oposición en este caso es encontrar algún foro internacional "donde sus pasos tengan eco" y fomentar una imagen negativa del Gobierno de Maduro "para deslumbrarse con las posibilidades de acabar con la revolución bolivariana".
Por su parte, López pidió en Montevideo a los partidos opositores Nacional, Colorado e Independiente elevar sus denuncias a la comisión de Derechos Humanos del Parlamento del Mercosur (Parlasur).
También indicó que le ha enviando igualmente al Frente Amplio, el bloque oficialista de izquierdas que gobierna en Uruguay, "toda la información" para que la revise.
"Cualquier legislador que vea una situación de violación de derechos humanos y de ilegitimidad con respecto a un proceso electoral debería estar dispuesto a recibir un documento como el que estamos presentando", agregó.
En Buenos Aires, López y los diputados Nora Bracho y Freddy Guevara serán recibidos mañana en la Cámara baja por diputados opositores y ofrecerán una conferencia de prensa para fijar su posición, según medios argentinos./EFE