Stefany Izquiel | [email protected]
El jueves en la madrugada, María del Carmen Briceño Albornoz, de 42 años de edad, fue descuartizada por unos sujetos encapuchados, quienes la sacaron de su casa ubicada en el sector La Rampla de la Cota 905.
El siniestro ocurrió alrededor de la 1 am del jueves, mientras María, quien era sordomuda, dormía junto a sus dos hijas menores de edad. Unos hombres rompieron la puerta de la vivienda, la golpearon frente a sus hijas y se la llevaron.
Aproximadamente a 20 metros de distancia de la casa de María, los criminales la torturaron, le cortaron los dedos de los pies y de las manos, le dieron múltiples cuchillazos, le sacaron los ojos, la asesinaron a machetazos y le colocaron un cartel al cadáver que decía “Por sapa”, contaron sus familiares.
Por informar. Sobre el asesinato de la mujer, fuentes policiales informaron que el móvil del crimen está vinculado con el tráfico de drogas, pues supuestamente era “patriota cooperante” e informó a unos efectivos sobre una venta de drogas que realizaría una banda de la zona.
María del Carmen era oriunda del estado Mérida y se había mudado hace varios años a la ciudad capital con su familia, con la intención de buscar mejores ingresos económicos.
Briceño se desempeñaba como vendedora informal de bisutería en la plaza La Concordia y tenía cinco hijos de edades comprendidas entre los 5 y 26 años de edad. Briceño presentaba labio leporino.
“Nadie merece una muerte así, la destrozaron por completo, no vamos a poder velarla con la urna abierta porque quedó irreconocible” dijo una allegada, quien además afirmó que la enterrarían en Barlovento en una parcela que tiene su esposo dedicada al sembradío de verduras y hortalizas, porque no cuentan con los recursos económicos necesarios para costear los actos fúnebres.
2017-07-14