Zulvyn Díaz
Con la nariz partida, moretones en la cara y desprendimiento en el oído izquierdo fue trasladado Ángel Adrián Acero Rojas, desde los calabozos de la PNB, Zona 7 en Boleita hasta la emergencia del Hospital Dr. Domingo Luciani de El Llanito, el lunes 1° de abril, donde murió poco después de su ingreso.
Acero Rojas fue detenido el 21 de marzo, en los alrededores de la estación del metro de Bellas Artes, donde se ganaba la vida vendiendo chucherías, panes y cigarros. Ese día se realizó un operativo en el que los funcionarios se llevaron detenidos a varios comerciantes informales de la zona, sin orden judicial y alegando que los detenidos estaban involucrados en la venta de sustancias estupefacientes, , relató María Rojas, madre de la víctima.
Detalló que dos días después de la detención, su hijo tenía costras en la espalda que se infectaron por la falta de aseo, además presentó fiebre que lo hacía convulsionar constantemente.
Los compañeros de celda de la víctima que observaron el deterioro de su salud, le solicitaban a los policías que lo llevaran al hospital, pero estos no hacían nada para trasladarlo, aseveró su progenitora.
“A mi hijo lo llevaron al hospital cuando ya estaba casi muerto”. Agregó que el joven recibía golpizas cuando se quejaba por la fiebre y los malestares que presentaba.
El resultado de la autopsia reveló que la causa de muerte fue un edema cerebral producido por las golpizas.
En marzo, Daniel Hernández Pérez, de 19 años de edad y Jesús Alberto Méndez Martínez, de 20 años de edad, murieron en circunstancias similares dentro de los calabozos de la PNB en San Agustín.
Ambos hombres presentaron golpes y contusiones en varias partes del cuerpo y rostro.
Hernández Pérez tenía desprendimiento de órganos, mientras que a Méndez Martínez, el patólogo le apreció golpes en el rostro y marcas de esposas alrededor de las muñecas, lo que evidenció que fue colgado de las manos.
2019-04-08
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