Luis Enrique Hurtado/ Redacción 2001. com. ve / @01luishurtado
Eran aproximadamente las nueve de la noche del pasado 09 de abril, cuando varios sujetos armados entraron al patio de la vivienda, donde habitaba el pequeño y descargaron sus armas de fuego contra el hogar.
Por lo menos 14 disparos se incrustaron en la puerta de la residencia del menor y uno de los proyectiles logró lesionar al infante.
El niño de 11 años se encontraba durmiendo en su camita cuando sintió el balazo que se alojó en su cabeza.
Su madre quien fue en auxilio del menor, mal herido lo llevó a la emergencia del Seguro Pastor Oropeza de Lara, centro asistencial cercano a la barriada Los Pocitos, sitio donde habitaban.
En el centro de salud fue hospitalizado y estabilizado, a la espera de la disponibilidad médica para ser intervenido quirúrgicamente; pasando casi un mes y el niño seguía con el proyectil en la cabeza.
El pasado viernes el menor recuperó un poco el conocimiento y pudo realizar algunos movimientos con sus extremidades “sentí gran emoción cuando lo vi moverse de nuevo, yo le hablaba y el me apretaba la mano, sabía que me entendía y me reconocía”, entre lágrimas, aseguró la desconsolada progenitora.
Luego de observar las mejorías, los galenos decidieron operar al infante; después de la intervención no recuperó más el conocimiento “mi bebe quedó vegetal”, sentenció la mamá.
Este miércoles en horas de la madrugada, la madre observó que el pequeño no respondía a los aparatos médicos, avisó a los especialistas de guardia, quienes le confirmaron la muerte de su hijo.
Se logró conocer que el fallecido estudiaba sexto grado, fue un excelente estudiante y era el mayor de tres hermanos.
Era robusto, moreno claro, cabello corto y alto para su edad. Hasta ahora no se sabe la identidad de los asesinos, pero oficiales del CICPC investigan para dar con los criminales.
2015-05-07