Habitantes de la comunidad La Morita II, en compañía de padres, representantes y deportistas de las escuelas de beisbol de la Liga Municipal de Francisco Linares Alcántara, rindieron un homenaje póstumo a Gabriel Alexander Rodriguez Ibarra, un niño de 11 años cuya vida fue cegada de manera inesperada.
Gabriel, descrito por su padre como un niño excelente y beisbolista, era querido por su comunidad y se destacaba en el deporte, quién soñaba con convertirse en una profesional del beisbol, se distinguía por su habilidad como pitcher y su versatilidad en el campo,
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La escuela Morita Soto, donde el niño practicaba con sus hermanos, se unió al homenaje y recuerda al joven no solo por su talento sino por su conducta ejemplar y su excelencia acedémica,
Antonio Orellana, quién está cargo de la escuelas de beisbol y Alberto Camejo, presidente de la Liga Municipal de Francisco Linares Alcántara, expresaron su profundo dolor y la necesidad de reflexionar sobre la responsabilidad colectiva de proteger a los niños y jóvenes de la violencia y el acoso.
El Suceso
Familiares del niño Rodríguez Ibarra, indicaron que alrededor de las 8:30 p.m. del martes, el deportista estaba compartiendo con varios amigos en las cercanías de su vivienda en la calle 1 del sector la Caridad del Cobre, cuando el muchacho de 14 años le dió la fuerte patada.
Gabriel cayó y se pegó la cabeza contra la cera de la calle. Inmediatamente sus padres al darse cuenta, lo tomaron en los brazos, lo subieron a un vehículo y lo llevaron al Centro clínico de La Morita, donde fue lastimosamente fue ingresado sin signos vitales.
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