Daisy Galaviz
La madrugada de ayer fueron asesinados dos hombres mientras se desarrollaba una fiesta de soundcar en el barrio La Amapola, de La Vega.
Orangel Simancas Sanz, 25 años fue asesinado de varios disparos en el cráneo mientras disfrutaba del espectáculo musical.
La madre de la víctima asegura que aproximadamente a las 12:30 de la noche se escuchó una cantidad de disparos que la llevó de inmediato a escribirle a su hijo: ¿qué pasó?, ¿dónde te encuentras?
Al no recibir respuesta alguna abrió la puerta de su residencia para averiguar qué había pasado; al momento visibilizó varios amigos de Orangel y de su hija menor que también disfrutaban de la vela para avisarle a la madre que su hijo había sido herido.
El joven fue trasladado al hospital Miguel Pérez Carreño pero médicos le informaron a la madre que ingresó sin signos vitales.
Orangel había realizado estudios académicos hasta primer año de bachillerato; actualmente se ganaba la vida como buhonero vendiendo ropa, franelas, colonia, y otros enseres en la redoma de La Vega en compañía de su madre.
El joven comerciante deja a un niño de dos años y medio y a su esposa embarazada. Era el sexto de siete hermanos.
La madre de la víctima afirmó que era la primera vez que perdía un hijo de esa forma.
El segundo
En la misma fiesta se registró otro caído el cual era amigo de Orangel Simancas y había asistido junto a este para disfrutar del espectáculo.
El hombre recibía el nombre de Xiomar José Suniaga Gaspar, de 32 años.
Su esposa Doremilis González da más detalles de lo sucedido y relata que mientras los carros aturdían al ritmo de la música llegaron unos sujetos encapuchados y sin mediar palabras apuntaron a Orangel y a Xiomar.
Subraya que su pareja recibió todos los disparos en el pecho; dice que aproximadamente siete acabaron de inmediato con la vida del hombre.
Dice que ella también se encontraba en el sitio pues había acompañado a su esposo; y agrega que al momento en que se desarrollaron los disparos en el sitio se encontraba una patrulla de la Policía Nacional Bolivariana que al ver el movimiento “encendieron la patrulla y emigraron”.
Doremilis detalla que al quedar heridos los dos amigos ella como pudo, y en medio de su desesperación, montó a su esposo en la moto de su propiedad y lo trasladó al centro de salud.
Sin embargo, al igual que su amigo Orangel llegó muerto al Pérez Carreño.
Asegura que los hechos no fueron generados por “cuentas pendientes ni acabar culebras” debido a que su pareja era un hombre trabajador, según ella laboraba como barbero en un local de Ruíz Pineda.
Xiomar no tenía hijos y era el mayor de tres hermanos.
2017-05-06