La mentira suele tener patas cortas, no hay crimen perfecto y la verdad siempre sale a relucir: Miguel Palma entre tragos, confesó un terrible delito que data de hace nueve años… El asesinato de una mascota vecina porque no soportaba sus ruidos molestos al ladrar.
En 2013, Palma decidió envenenar al perro sin que nadie notara su macabro plan: Se trataba en ese momento de un can de raza YorkShire Terrier.
El asesinato lo reveló el mismo perpetrador a modo de burla mientras consumía alcohol en Los Teques, ciudad capital y municipio Guaicaipuro del estado Miranda.
El cobarde crimen, según lo relata el perpetrador, se produjo porque ya no podía soportar los ladridos del indefenso animal. Ruidos que le resultaban "molestosos".
Testigos indican que ahora todo concuerda, tras rememorar la forma tan instantánea y misteriosa en la que falleció el can… Muerte lamentable, revelada por un hombre en avanzado estado de ebriedad.
El llamado de los afectados hacia las autoridades es que las fuerzas del orden judicial puedan atender este caso donde le fue despojada la vida a un ser vivo en los Altos Mirandinos.
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