Phoenix Ikne, un joven de 20 años, hijo de una agente de policía, abrió fuego el jueves en la Universidad Estatal de Florida, utilizando el arma de servicio de su madre.
El ataque dejó dos hombres muertos y al menos seis heridos. Según el jefe de policía de Tallahassee, Lawrence Revell, los agentes respondieron rápidamente y dispararon al agresor, quien se había negado a cumplir con las órdenes.
El tiroteo comenzó alrededor del mediodía cerca de la sede de la asociación de alumnos, lo que provocó pánico entre estudiantes y padres, quienes se refugiaron en un boliche y un ascensor de carga, reseña Infobae.
El atacante es estudiante de la universidad. Las víctimas mortales no eran alumnos y la policía aún no ha establecido un motivo para el ataque.
Ikner accedió al arma de su madre, quien ha trabajado más de 18 años en el departamento de policía y ha sido reconocida como una empleada ejemplar.
La policía confirmó que Ikner utilizó la antigua pistola de servicio de su madre, que ella conservaba para uso personal. De los heridos, cinco sufrieron lesiones por bala y uno se lastimó al intentar huir, todos en condición estable.
Los testigos relataron momentos de terror y confusión. Aidan Stickney, un estudiante, vio al agresor salir de un carro con una escopeta que se atascó, lo que le permitió escapar y llamar al 911.
Ryan Cedergren y otros se escondieron en el boliche, describiendo la situación como una lucha por la supervivencia.
La respuesta policial fue rápida, con múltiples agencias desplegadas en el campus, mientras los estudiantes esperaban angustiados por noticias de sus compañeros.
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