Richard Gerald Jordan, de 79 años, el preso con mayor antigüedad en el corredor de la muerte de Mississippi, fue ejecutado el miércoles mediante inyección letal.
Antes de su ejecución, Jordan, quien estuvo en el corredor de la muerte durante casi cinco décadas tras ser condenado por el asesinato y secuestro de Edwina Marter en 1976, pidió perdón y expresó su gratitud hacia todos los involucrados, prometiendo ver a todos "en el otro lado", destaca New York Post.
Jordan, un veterano de la guerra de Vietnam con trastorno de estrés postraumático, había demandado al Estado por su protocolo de ejecución, alegando que era inhumano.
Esto pidió de comer
Sus últimas apelaciones fueron denegadas por la Corte Suprema de Estados Unidos. Su última comida incluyó comida rápida, tiras de pollo, papas fritas, helado de fresa y un flotador de cerveza de raíz para ayudar a combatir el calor
La ejecución se llevó a cabo a las 6:00 p.m., y Jordan fue declarado muerto a las 6:16 p.m. Mientras tanto, la familia de la víctima no asistió a la ejecución y expresó su desinterés por sus disculpas.
Eric Marter, hijo de la víctima, afirmó que Jordan debería haber sido ejecutado mucho antes y que no le interesa su justificación.
La ejecución de Jordan concluyó un proceso judicial de décadas que incluyó múltiples juicios y apelaciones. Su abogada argumentó que nunca tuvo acceso a un profesional de salud mental independiente durante su defensa, lo que afectó su juicio.
A pesar de las peticiones de indulto basadas en su trauma de guerra, la familia de Marter se mostró firme en su deseo de justicia, rechazando cualquier justificación para el crimen.
Visita nuestras secciones: Servicios e Internacionales
Para mantenerte informado sigue nuestros canales en Telegram, WhatsApp y Youtube
