El Departamento de Policía de Los Ángeles ordenó el desalojo inmediato en el centro de la ciudad, declarando ilegal cualquier reunión en la vía pública.
Esta medida se toma tras una serie de protestas que resultaron en actos de vandalismo, incluyendo la quema de vehículos autónomos, y busca restaurar el control en una zona que permanece bajo vigilancia estricta, reseña Infobae.
Amplias áreas del centro han sido cerradas al tránsito vehicular y peatonal, con agentes de policía patrullando a pie y montados cerca del Ayuntamiento, donde las calles están casi desiertas.
Los rastros de las movilizaciones, como grafitis y desechos, son evidentes en las fachadas de edificios gubernamentales.
Taxis vandalizados
Entre los incidentes más destacados, varios taxis autónomos de Waymo fueron vandalizados e incendiados, lo que llevó a la empresa a suspender temporalmente sus operaciones en la zona.
Cientos de agentes de la Guardia Nacional fueron desplegados frente a un complejo federal que alberga un centro de detención, donde se han registrado enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Durante las protestas, se utilizaron granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, que se opone a las políticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El presidente Donald Trump anunció el despliegue de más de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional en California, incluidos miembros de la 79ª Brigada de Infantería, tras los disturbios en otras ciudades como Compton y San Bernardino.
Trump afirmó que las tropas garantizarían “una ley y un orden muy fuertes” en respuesta a la violencia durante las protestas, dejando abierta la posibilidad de enviar soldados a otras localidades.
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