La ciudad de Glendale, ubicada en el condado de Los Ángeles, ha puesto fin a su contrato con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Este acuerdo, que estuvo vigente desde 2007, permitía alojar en cárceles locales a migrantes detenidos por autoridades federales.
A pesar de que California es considerado un "estado santuario" y de que el gobernador Gavin Newsom promueve leyes contrarias, el acuerdo se había mantenido.
Sin embargo, el crecimiento en el número de detenciones de extranjeros llevó a la ciudad a terminar su vínculo de larga data con ICE.
Finaliza acierto de la ciudad de Glendale en California con ICE
Glendale comunicó el domingo por la noche el fin de su acuerdo con la agencia federal, a raíz de varios incidentes y protestas de migrantes que surgieron en el condado de Los Ángeles tras recientes operativos migratorios, reseña La Nación.
Las autoridades de la ciudad explicaron en un comunicado oficial que "esta decisión local refleja nuestros valores centrales: seguridad pública, transparencia y confianza comunitaria".
El Departamento de Policía de Glendale no aplicará las leyes de inmigración, sino que se apegará completamente a la Ley del Senado 54 (SB 54).
Esta ley prohíbe a las agencias policiales locales usar sus recursos para hacer cumplir las normativas federales de inmigración.
Las autoridades aclararon que esta fue una decisión local, tomada tras analizar consideraciones legales, operativas y comunitarias.
“La ciudad mantuvo un centro de detención altamente regulado, con los más altos estándares de calidad, que brinda dignidad a las personas detenidas temporalmente, garantizando acceso a alojamientos limpios, atención médica de guardia, visitas familiares y asesoría legal”, destacaron.
“Los detenidos obtuvieron la proximidad al debido proceso, algo que a menudo falta en centros de detención más remotos o privados”, precisaron.
Asimismo, indicaron: “Reconocemos con pesar que algunas familias podrían tener ahora mayores dificultades para visitar a sus seres queridos detenidos por el ICE y que el acceso a asistencia legal podría ser más limitado en otros lugares”.
Las autoridades de Glendale, destaca La Nación, enfatizaron que su deber es asegurar que los residentes y negocios locales no se vean afectados por comportamientos ilegales o indisciplinados de terceros.
"El Departamento de Policía de Glendale no aplica la ley de inmigración. Esa no es su función, ni lo será jamás", aclararon.
Finalmente, concluyeron que "de ahora en adelante, el centro seguirá atendiendo las necesidades de las fuerzas del orden locales sin participar en los programas federales de detención".
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