Frisco Baking Company, una panadería emblemática de Los Ángeles fundada en 1941, solicitó protección bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, buscando reorganizarse financieramente para evitar el cierre definitivo.
La solicitud, presentada el 25 de febrero ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito Central de California, revela que la empresa enfrenta una situación financiera complicada, con activos estimados entre 1 y 10 millones de dólares y pasivos que oscilan entre 10 y 50 millones de dólares, según reseña el portal Mundo Deportivo.
Entre los principales acreedores de Frisco Baking Company se encuentran el Sindicato de Panadería y Confitería, el Fondo de Pensiones Internacional de la Industria, el Servicio de Impuestos Internos (IRS), así como proveedores como Capitol Food Co. y Maisano's Wholesale Bakery.
CONSUMIDORES PREOCUPADOS
La noticia de la quiebra ha generado preocupación en la comunidad local, donde la panadería es considerada un ícono, y clientes, proveedores y empleados se cuestionan sobre su futuro.
La dirección de la panadería ha manifestado su intención de utilizar el proceso de reorganización del Capítulo 11 para reestructurar sus finanzas y negociar con sus acreedores.
Este caso no es único, ya que en noviembre de 2024, Hearthside Food Solutions, un importante fabricante de snacks, también se acogió al Capítulo 11, reflejando las presiones económicas en la industria panadera estadounidense.
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