Jerce Reyes Barrios, un venezolano de 36 años, fue deportado a El Salvador tras ser uno de los 238 inmigrantes expulsados por Donald Trump el pasado fin de semana. ¿La presunta razón? Un tatuaje del Real Madrid.
La deportación se realizó bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. Reyes, quien es guardameta y apasionado del fútbol, fue acusado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de pertenecer a una banda criminal, basándose en un tatuaje que se asemeja al escudo del Real Madrid, según reseña el diario ABC de España.
Su abogada, Linette Tobin, argumenta que el tatuaje, que incluye una corona sobre un balón de fútbol, fue malinterpretado como un símbolo de pertenencia a una banda criminal venezolana.
Además, el DHS citó un gesto de la mano en redes sociales como prueba de su vinculación, aunque Tobin sostiene que este gesto es común y no representa afiliación criminal.
Sin antecedentes
Reyes no tiene antecedentes penales y había solicitado asilo en Estados Unidos.
A pesar de su situación legal y la falta de pruebas concretas, Reyes fue deportado sin previo aviso, llegando a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Su caso ha generado preocupación sobre la deportación de inmigrantes que podrían no tener vínculos con el crimen organizado, destacando que muchos de los deportados son simplemente trabajadores indocumentados.
El DHS defendió la deportación de Reyes, aunque no proporcionó detalles específicos sobre las pruebas que respaldan su acusación de pertenencia a una banda criminal venezolana.
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