Se está considerando una nueva iniciativa económica llamada "Dividendo DOGE" que podría resultar en un pago único de 5.000 dólares para ciertos contribuyentes en los Estados Unidos, mediante un cheque de estímulo.
Con Elon Musk a la cabeza, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) se dedica a la tarea de reducir el desembolso de fondos federales.
James Fishback, líder de la empresa de inversiones Azoria, planteó la idea inicial de que un 20% de los fondos ahorrados a través de la optimización del gobierno se distribuyan entre los contribuyentes.
El Dividendo DOGE se basa en la premisa de que la simplificación del gobierno generaría ahorros sustanciales, los cuales se entregarían a los ciudadanos a través de pagos directos, reseña El Cronista.
Por su parte, el presidente Donald Trump, mostró su respaldo a la iniciativa, que se alinea con su política de reducción del gasto gubernamental.
¿Quiénes son elegibles para recibir el cheque de estímulo DOGE?
El Dividendo DOGE se distingue de los estímulos económicos tradicionales por sus criterios de elegibilidad más restrictivos.
De acuerdo con FOX 5 Washington, existen requisitos específicos que los beneficiarios deben cumplir:
Se requiere que los beneficiarios sean contribuyentes netos, sin deudas pendientes con el gobierno federal, y ciudadanos nacidos en Estados Unidos, aunque se podría considerar a residentes legales con historial tributario.
Esta elección ha sido objeto de debate, debido a que margina a una gran parte de los ciudadanos con menos recursos, los cuales reciben transferencias federales que, según datos de NBC News, equivalen a un 25% o 30% de sus ingresos anuales.
La controversia rodea al Dividendo DOGE debido a su exclusión de los ciudadanos con menores ingresos.
Datos del Centro de Investigación Pew indican que aquellos con ingresos brutos ajustados inferiores a 40.000 dólares generalmente no contribuyen con impuestos federales, y por lo tanto, no serían elegibles.
Fishback respalda la política, sosteniendo que los contribuyentes netos tienen una mayor inclinación al ahorro, lo que resultaría en una administración más óptima de los fondos.
No obstante, esta postura se aleja de los estímulos anteriores, que priorizaban el apoyo financiero a los sectores más vulnerables.
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