La Ley SB 1100, aprobada por el gobernador de California, Gavin Newsom, busca ampliar las oportunidades de empleo al eliminar el requisito de licencia de conducir para roles donde no es una necesidad laboral.
Esta reciente normativa, vigente desde enero de 2025, impacta positivamente a una variedad de trabajadores en California, incluyendo oficinistas, dependientes de comercios, personal de supermercados y restaurantes, especialistas en servicio al cliente, trabajadores de limpieza y operarios de manufactura.
Adicionalmente a simplificar el acceso al empleo, la ley SB 1100 busca erradicar la discriminación hacia quienes no pueden obtener una licencia de conducir, como inmigrantes indocumentados o personas con dificultades económicas, legales o personales que les impiden acceder a estos documentos, reseña RPP.
Esta ley obliga a las empresas y empleadores en California a revisar y ajustar sus procesos de contratación para eliminar este requisito innecesario en muchos puestos, desde las solicitudes de empleo hasta las entrevistas.
El incumplimiento de esta ley podría considerarse discriminación laboral.
¿Qué establece la ley de California?
De acuerdo con la ley, un empleador tiene prohibido incluir la posesión de una licencia de conducir como requisito a menos que se justifique por dos motivos:
- Que la conducción sea una función laboral esperada y
- Que el empleador considere razonablemente que otras opciones de transporte no serían viables en términos de tiempo o costo.
La ley especifica que estas alternativas pueden ser transporte compartido, taxis, coche compartido, bicicleta o caminar, entre otras.
¿Quiénes quedan exentos de presentar la licencia de conducir en empleos?
La nueva legislación establece que la presentación de la licencia de conducir como requisito laboral se limita a aquellos puestos donde el uso de vehículos es una función esencial, como en el caso de conductores de diversos tipos (automóviles, motocicletas, autobuses, camiones) y personal de reparto.
Esta nueva ley impactará directamente la contratación, desde las postulaciones en papel y digitales hasta las entrevistas.
En consecuencia, todas las empresas y empleadores deberán adaptar sus procesos y requerimientos laborales para eliminar esta exigencia que, en muchos casos, resulta injusta e innecesaria.
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