Ante la proximidad del Daylight Saving Time (DST) ha surgido un nuevo estudio que fortalece la teoría sobre que el cambio de horario afecta negativamente a las personas.
El próximo cambio de horario, previsto para el próximo 3 de noviembre, consiste en que se deben ajustar sus relojes al atrasarlos una hora para volver al horario estándar y poner fin al horario de verano (boreal).
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Como se ha indicado en diversas oportunidades, este cambio tiene como objetivo maximizar el uso de la luz solar durante los meses más cálidos y ahorrar energía, y se aplica en casi todos los estados.
Con la excepción de Hawái y la mayor parte de Arizona, que han optado por no participar en el cambio.
Sin embargo, a pesar de esto, se ha hablado mucho acerca de que este cambio puede afectar a las personas.
De hecho, un nuevo estudio señala que puede ser incluso más dañino de lo que se ha estado advirtiendo.
Ya se ha advertido que este ajuste puede alterar el sueño, el estado de ánimo y la productividad, lo que afecta de manera significativa la vida diaria de las personas.
Pero, que pueden pasar desapercibidos si no se presta atención
Esto es lo que dice un nuevo estudio
Sin embargo, según un estudio realizado por TalkeResearch, un portal de investigación confiable, que proporciona información y datos a marcas, agencias y medios de comunicación, indica que puede ir más allá de algunos desajustes que no se perciben.
- Resulta que un 40% de los encuestados experimenta una sensación de angustia o “susto” antes del cambio de horario.
Explican que esta ansiedad no se limita al día del ajuste; la investigación mostró que el malestar comienza alrededor del 23 de octubre, es decir, 11 días antes, y se extiende hasta el 16 de noviembre, 13 días después del ajuste.
Por otra parte, también se ha vuelto a confirmar las teorías que ya se tenían en cuenta:
- Un 21% de los encuestados afirmó que esta medida afecta negativamente su sueño, mientras que el 37% mencionó que necesitan más tiempo para descansar adecuadamente después del cambio.
Ese desequilibrio puede derivar en una serie de problemas adicionales, como falta de concentración y menor productividad.
- El 43% de los trabajadores encuestados afirmaron que la semana posterior al ajuste es la menos productiva del año. Muchos de ellos cometieron más errores en el trabajo, como quedarse dormidos frente al escritorio o llegar tarde después de olvidar ajustar sus relojes.
- Además, el 54% de los encuestados mencionó que experimentan una especie de “depresión solar” debido a que sus jornadas laborales transcurren sin la exposición a la luz natural.
Esto, debido a que la falta de iluminación solar durante el día puede aumentar la sensación de cansancio y reducir la motivación para realizar actividades físicas o sociales.
Harvard también lo reafirma
Este cambio puede interrumpir estos ritmos al reducir la exposición a la luz natural por la mañana y alargar el tiempo de luz artificial por la tarde, según lo explica el profesor de Medicina del Sueño en la Universidad de Harvard, Charles Czeisler.
Dicha alteración provoca una disminución en la producción de melatonina, la hormona responsable de inducir el sueño, lo que puede generar dificultades para conciliarlo y llevar a problemas como insomnio o somnolencia diurna.
Además, la falta de luz matinal, según Czeisler, puede reducir los niveles de serotonina, la hormona encargada de mejorar el estado de ánimo.
Como consecuencia, muchas personas se sientan más fatigadas, irascibles o deprimidas durante las semanas que rodean el cambio de horario.
Con información de La Nación
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