El uso de algún aceite para cuidar la piel y el cabello se ha convertido en uno de los aliados de belleza de las féminas de cualquier edad y extracto social. ¿La razón? Los aceites ofrecen múltiples beneficios como hidratar y nutrir la piel, sellar la humedad, proteger contra el envejecimiento, atenuar cicatrices y estrías, y hasta equilibrar la producción de sebo. Además, son excelentes para crear una barrera protectora que previene la pérdida de agua, suavizan la textura de la piel y pueden tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, refiere la Inteligencia Artificial.
¿Qué aceite incluir en la rutina de belleza?
Expertos de Vogue afirman que el aceite es uno de los mejores secretos de belleza, siempre y cuando se utilice el más apropiado a las necesidades de tu tipo de piel.
Por su parte, la IA refiere que el aceite de jojoba es ideal para pieles grasas o mixtas, el de almendras dulces es perfecto para pieles secas, y el de rosa mosqueta o argán son buenas opciones antiedad para todo tipo de piel.
Otra alternativa antiarrugas es el aceite de ricino, también conocido como Ricinuscommunis, una planta originaria de África y la India.
¿Cómo usarlo?
El aceite de ricino es un triglicérido compuesto de ácidos grasos esenciales, también contiene vitamina E, proteínas y minerales, que le otorga propiedades antifúngicas, antiinflamatorias y antibacterianas.
Su uso no es exclusivo para combatir todo tipo de problemas relacionados con la piel, también ha sido un remedio usado tradicionalmente para tratar afecciones en el cabello.
Aplicar un par de gotas para todo el rostro bastará, pues sus ácidos grasos “penetran profundamente en la piel y estimulan la producción de colágeno y elastina, que suavizan e hidratan la piel. Esto ayuda a retrasar los signos de envejecimiento, arrugas, manchas y las líneas de expresión de los ojos y le da a la piel una apariencia más suave y joven”.
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