El maquillaje de ojos naturales ha ganado protagonismo como una tendencia que apuesta por realzar la mirada sin caer en el exceso. La idea principal es potenciar los rasgos propios para lograr un efecto de profundidad y luminosidad que parezca espontáneo y fresco.
En vez de trazar líneas demasiado marcadas o saturar de color, la clave está en trabajar con texturas ligeras, tonos neutros y una técnica bien aplicada que permita abrir y enfatizar el ojo de forma sutil.
Este tipo de maquillaje favorece tanto en el día a día como en ocasiones especiales, aportando armonía, elegancia y efecto “despertado” al rostro.
Logra una mirada con profundidad
Según la experta Lidia Herrero, “la clave de un maquillaje de ojos sencillo está en realzar sin sobrecargar: definir, iluminar y abrir el ojo”.
Con este enfoque, el proceso que recomienda incluye tres pasos fundamentales:
- Definir: con un tono medio o ligeramente más oscuro que la piel en el pliegue del párpado o la cuenca, para crear una ligera sombra que dé volumen y profundidad al ojo sin hacerlo pesado.
- Iluminar: aplicar un tono claro o ligeramente perlado justo en el centro del párpado móvil, o bien en el ángulo interno, para captar la luz y “abrir” la mirada.
- Abrir el ojo: esto pasa por evitar delineados muy gruesos o densos, y en su lugar apostar por un trazo fino o un esfumado suave que permita que la forma natural del ojo quede visible y luzca amplia. Según Herrero, un buen maquillaje de ojos no se nota que esté recargado, sino que parece innato.
Gracias a esta técnica, la mirada mejora en expresión y presencia sin perder naturalidad. Se logra ese efecto “profundo” que muchas buscan, pero sin renunciar a un resultado delicado y elegante.
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